sábado, 26 de octubre de 2013

(2) ¡HAY VIDA DESPUÉS DE LA IGLESIA!


25 de octubre de 2013


2 ¡HAY VIDA DESPUÉS DE LA IGLESIA! : CONOCERÉIS LA VERDAD Y LA VERDAD OS HARÁ LIBRES...



El día que definitivamente dejé de formar parte de la comunidad religiosa a la que pertenecía, experimenté un cúmulo de sentimientos contradictorios, por un lado había dolor, desilusión, rabia, un vacío muy grande que me llevaba a juzgar y criticar todo, por otro lado también sentía mucha libertad y descanso. No fue fácil tomar esa decisión, no solo era dejar de asistir a unos cultos, era romper relaciones con personas que por largo tiempo había considerado mis amigos. Durante un tiempo me sentí desubicada, y aunque intentaba justificar mi decisión de salir, seguía mal conmigo misma y con Dios, era como si mi vida se hubiera roto.
 
Sin embargo, y casi desde el principio pude sentirme libre de las ataduras que la religión me había puesto y era muy gratificante. Algo dentro de mi me decía que había hecho lo correcto, es por ello, que nunca experimenté sentimiento de culpabilidad por la decisión tomada, porque cuando en una congregación cristiana, Jesucristo deja de ser el centro de todo y los responsables en autoridad usando la Palabra de Dios, buscan su propio beneficio, manipulando a las personas para conseguir sus fines, es síntoma de que esa congregación está enferma, y si ha sido advertida de su mal proceder y aún así no cambia y rectifica, lo mejor es abandonar antes de morir espiritualmente. El número de personas que aquel día dejamos la congregación fue de treinta, aproximadamente.
 
Cuando se pasa por una situación como esta o parecida, las personas necesitan hablar mucho de lo ocurrido para sacar toda la frustración y dolor acumulados, algunos incluso, recurren a psicólogos, son experiencias muy traumáticas que necesitan ayuda para superarlo. Yo también sentía la necesidad de hablar de la situación vivida y lo hacía con las personas que como yo habíamos pasado por lo mismo, y la verdad que fue una buena terapia, durante mucho tiempo, y cada vez que nos veíamos hablábamos de lo mismo, pero para mi esto empezó a ser preocupante, era síntoma de que aún había dolor y resentimiento, y llegó un momento que tanta crítica y tanto justificarme me hacía sentir mal. 
 
Aunque no me congregaba en ninguna iglesia, no perdí la fe, para mí Dios seguía siendo lo más importante de mi vida, pero notaba que día a día mi relación con Dios no fluía como antes, no sabía que me estaba pasando, así que pregunté a Dios con toda sinceridad el porqué de mi malestar, y su respuesta no se hizo esperar. Muchísimas veces las respuestas de Dios a nuestras preguntas no son lo que esperamos, pero siempre nos dice lo que más nos conviene. Por un lado me hizo saber de la crítica y del juicio que estaba haciendo, y por otro me mostraba el amor y la misericordia que tenía para conmigo, parecía contradictorio, pero yo entendí que la justicia y la misericordia de Dios van siempre unidas, El me estaba disciplinando pero al mismo tiempo mostraba su amor hacia mí. Me hizo entender que vivir conforme a Cristo es  para  bendecir y no para  maldecir, y no solo a las personas que amamos, sino también a nuestros enemigos, que solo Dios puede juzgar con verdadera justicia, ya que conoce lo oculto de nuestros corazones, así que tuve que pedir perdón a Dios por mi actitud y   perdonar a las personas que me habían hecho daño. Esto no paso en un solo día, Dios se tomó el tiempo necesario para que yo lo pudiera entender y lo hiciera con buen ánimo porque era lo que más me convenía.
 
Tras el dolor y la rabia, llegó el tiempo en el que Dios empezó a tratar conmigo, a mostrarme mis errores y pecados, un proceso que duró varios años en los que tuve que desintoxicarme de los efectos nocivos de la religión. Aunque pueda parecer lo mismo, he de decir que religión y cristianismo son totalmente opuestos, mientras que la persona religiosa se viste por fuera de una apariencia de bondad y perfección, por dentro es hipócrita, soberbia y orgullosa, despreciando a cuantos no piensan de la misma forma, y creyéndose estar siempre en posesión de la verdad absoluta. Sin embargo, la persona cristiana, busca a Dios como referente para vivir conforme a sus principios, reconoce sus miserias y no pretende ser más que nadie, siente verdadera empatía por los demás y está presta a ayudar sin ningún tipo de interés malsano.
 
Cuando pude digerir esto, me llevó a orar por ellos y a bendecirlos, y a la primera que le hizo bien fue a mi, porque el rencor que tanto daño estaba haciéndome desapareció, y en su lugar pude experimentar paz y gozo, como si hubiera sido liberada de todas las cadenas que me oprimían y me ahogaban.  Sin darme apenas cuenta comencé a sentir compasión por ellos y cesó la crítica.


Libre de todo obstáculo que se interpusiera entre mi espíritu y su Espíritu, Dios, empezó a revelarme la razón por la cual permitió que dejara la iglesia, era necesario ser liberada de esa prisión llamada religión en la que me encontraba para poder comprender lo que Dios dice en su Palabra: "conoceréis la verdad y la verdad os hará libres". Juan 8:32
 
Sin darme cuenta vivía lo contrario de lo que Cristo quería para su pueblo, no era libre como dice la Palabra de Dios, sino que por el contrario era esclava de una religión puesta por los hombres, y aunque como yo, creo que todos los que hemos estamos en las mismas circunstancias hemos actuado de buena voluntad, estaba perdiendo de vista el mensaje de Cristo para todos los hombre y mujeres, un mensaje de misericordia, justicia y comprensión para todos.






lunes, 21 de octubre de 2013

(1) ¡HAY VIDA DESPUÉS DE LA IGLESIA!


17 de octubre de 2013



¡HAY VIDA DESPUÉS DE LA IGLESIA! : INTRODUCCIÓN





A quien pueda interesar: ¡hay vida después de la iglesia!, entendiendo iglesia como denominación religiosa o lugar de culto.
Soy cristiana, hace nueve años que deje de formar parte de una congregación religiosa y aunque aquella experiencia fue muy dolorosa, hoy, después de todos estos años me he dado cuenta que fue la voluntad de Dios.

La iglesia, como denominación, es buena hasta cierto punto, y doy gracias por los casi dieciséis años que estuve en una de ellas, en ese tiempo no solo conocí de la Palabra de Dios, como quizás no lo hubiera hecho fuera de la congregación, sino que también comprendí el mensaje de salvación que Dios tiene para el mundo en general y el propósito que tiene para mi vida en particular. Comprendí que su Amor no puede contenerse entre cuatro paredes y que incluye a todos los hombres y mujeres.

Todos, en algún momento de nuestra vida hemos experimentado la necesidad de saber quienes somos, de donde venimos, si hemos sido creados por un ser superior o por el contrario somos el resultado del azar. Como seres espirituales que somos, y así lo creo, nace la inquietud de buscar más allá de lo que vemos y conocemos, esto ha sido una constante en la historia de la humanidad: la búsqueda de Dios, y algunos lo han hecho a través de nuevas filosofías, otros por medio del ocultismo, los hay que su dios son las drogas, el poder, el dinero, el conocimiento, ... cada uno ha buscado como buenamente ha sabido o le ha convenido, pero lo cierto es que necesitamos algo más de lo que tenemos, y no me refiero solo a riquezas materiales o al bienestar social. Las religiones e incluso el ateísmo son el resultado de dicha búsqueda.

A veces buscamos a ciegas y no encontramos nada que nos haga sentir bien y nuestra vida carece de ilusión, y es que esa parte espiritual que todos tenemos necesita llenarse para estar completos y tener paz interior, esto es lo que yo he encontrado en la persona de Jesucristo, y esto es lo que quiero compartir, especialmente con aquellas personas que no están en ninguna denominación religiosa, o que formaron parte de una congregación como es mi caso y que por las circunstancias vividas, hoy están fuera y han perdido la fe, la ilusión que un día disfrutaron y se sienten decepcionadas, frustradas e incluso con sentimiento de culpabilidad.

Si tu eres una de esas personas, y estás leyendo este mensaje, y aún tienes inquietud por seguir a Dios, te diré que aún hay esperanza para ti, que no importa donde te encuentres, fuera o dentro de una iglesia, para Cristo la verdadera "Iglesia" no son los miembros que forman las congregaciones denominacionales, sino el conjunto de personas que creen en El y han nacido de nuevo, es decir, han aceptado a Cristo como su salvador y creen en su Palabra, y el número de personas que forman la verdadera Iglesia solo lo sabe Dios, nosotros no conocemos el corazón de las personas, ignoramos muchas cosas, por lo que no podemos juzgar ni condenar a nadie.

Me gustaría compartir contigo lo que ha sido mi experiencia cuando salí de una denominación religiosa y de como ha tratado Dios conmigo en todo este tiempo y ojalá pueda ser de ayuda y bendición a tu vida.


domingo, 13 de octubre de 2013

PÁGINA WEB Y BLOGS RECOMENDADADOS


Hemos considerado importante, dado que no poseemos todo el conocimiento ni todas las respuestas que puedan surgir, añadir a este blog los enlaces que nos parezcan interesantes por su contenido.

En esta primera página que recomendamos encontrarás una gran variedad de mensajes que hablan de la Palabra de Dios, está indicada especialmente a aquellas personas que buscan a Dios de todo corazón y con sinceridad y que no pertenecen a ningún grupo o iglesia cristiana. Son estudios bíblicos y predicaciones que te  ayudarán a conocer más sobre el amor, el carácter y la voluntad de Dios  en tu vida.


http://vimeo.com/elamanecer/videos

miércoles, 9 de octubre de 2013

BIENVENIDOS


Esta página ha sido creada con el único fin de llevar un poco de esperanza a quienes por circunstancias o reveses de la vida, un día perdieron su fe, a personas que han buscado a Dios y no le han hallado, a personas que se sienten decepcionadas, dolidas, atormentadas... por experiencias vividas, que dudando de todo y de todos ya no creen en nada, a quienes piensan que no son importantes para que Dios se preocupe por ellos, a personas que sufren de soledad y echan de menos tener un amigo con quien conversar y compartir alegrías y tristezas...

Si te sientes así, y en lo más profundo de tu corazón deseas un cambio, entonces te decimos que “Aún hay esperanza para ti”.

Somos un grupo de personas que creemos a Dios cuando dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”, han sido muchas las experiencias por las que hemos tenido que pasar y podemos decir humildemente que esta Palabra se ha hecho realidad en nuestras vidas, y deseamos de todo corazón que a través de esta página podamos ser ayuda y bendición.

Si deseas ponerte en contacto con nosotros puedes hacerlo a través de nuestro correo:

guiporesa@gmail.com