17 de octubre de 2013
¡HAY
VIDA DESPUÉS DE LA IGLESIA! : INTRODUCCIÓN
A
quien pueda interesar: ¡hay vida después de la iglesia!,
entendiendo iglesia como denominación religiosa o lugar de culto.
Soy
cristiana, hace nueve años que deje de formar parte de una
congregación religiosa y aunque aquella experiencia fue muy
dolorosa, hoy, después de todos estos años me he dado cuenta que
fue la voluntad de Dios.
La
iglesia, como denominación, es buena hasta cierto punto, y doy
gracias por los casi dieciséis años que estuve en una de ellas,
en ese tiempo no solo conocí de la Palabra de Dios, como quizás no
lo hubiera hecho fuera de la congregación, sino que también
comprendí el mensaje de salvación que Dios tiene para el mundo en
general y el propósito que tiene para mi vida en particular.
Comprendí que su Amor no puede contenerse entre cuatro paredes y que
incluye a todos los hombres y mujeres.
Todos,
en algún momento de nuestra vida hemos experimentado la necesidad de
saber quienes somos, de donde venimos, si hemos sido creados por un
ser superior o por el contrario somos el resultado del azar. Como
seres espirituales que somos, y así lo creo, nace la inquietud de
buscar más allá de lo que vemos y conocemos, esto ha sido una
constante en la historia de la humanidad: la búsqueda de Dios, y
algunos lo han hecho a través de nuevas filosofías, otros por medio
del ocultismo, los hay que su dios son las drogas, el poder, el
dinero, el conocimiento, ... cada uno ha buscado como buenamente ha
sabido o le ha convenido, pero lo cierto es que necesitamos algo más
de lo que tenemos, y no me refiero solo a riquezas materiales o al
bienestar social. Las religiones e incluso el ateísmo son el
resultado de dicha búsqueda.
A veces buscamos a ciegas y no encontramos nada que nos haga sentir
bien y nuestra vida carece de ilusión, y es que esa parte espiritual
que todos tenemos necesita llenarse para estar completos y tener paz
interior, esto es lo que yo he encontrado en la persona de
Jesucristo, y esto es lo que quiero compartir, especialmente con
aquellas personas que no están en ninguna denominación religiosa,
o que formaron parte de una congregación como es mi caso y que por
las circunstancias vividas, hoy están fuera y han perdido la fe, la
ilusión que un día disfrutaron y se sienten decepcionadas,
frustradas e incluso con sentimiento de culpabilidad.
Si
tu eres una de esas personas, y estás leyendo este mensaje, y aún
tienes inquietud por seguir a Dios, te diré que aún hay esperanza
para ti, que no importa donde te encuentres, fuera o dentro de una
iglesia, para Cristo la verdadera "Iglesia" no son los
miembros que forman las congregaciones denominacionales, sino el
conjunto de personas que creen en El y han nacido de nuevo, es decir,
han aceptado a Cristo como su salvador y creen en su Palabra, y el
número de personas que forman la verdadera Iglesia solo lo sabe
Dios, nosotros no conocemos el corazón de las personas, ignoramos
muchas cosas, por lo que no podemos juzgar ni condenar a nadie.
Me
gustaría compartir contigo lo que ha sido mi experiencia cuando salí
de una denominación religiosa y de como ha tratado Dios conmigo en
todo este tiempo y ojalá pueda ser de ayuda y bendición a tu vida.
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