miércoles, 10 de septiembre de 2014

OFRENDAS Y SACRIFICIOS



OFRENDAS Y SACRIFICIOS



INTRODUCCIÓN

Las diversas ofrendas y sacrificios que aparecen en el Antiguo Testamento eran figuras o simbolismos de la Muerte de Cristo. El hombre, como consecuencia del pecado no puede acercarse a Dios que es Santo sin que este muera, de igual manera que nadie puede mirar al sol directamente sin una protección adecuada porque corre el peligro de quedar ciego. Para que el hombre pueda acercarse a la Luz debe estar bajo la protección que le confiere el sacrificio de Cristo, el cual, con su muerte, carga sobre sí toda su maldad limpiándolo del pecado y permitiendo su reconciliación con Dios nuevamente.

Es por ello que cada vez que el hombre quería acercarse a Jehová nunca podía hacerlo si antes no realizaba un sacrificio. Si Dios aceptaba dicho sacrificio significaba que la maldad y el pecado del hombre se transfería al animal y este era sacrificado en vez de la persona. En caso contrario, si no era aceptado el sacrificio el hombre moría. La razón de que Jehová no aceptara algunas ofrendas o sacrificios era porque Él veía las intenciones del corazón, y en muchos casos estas no eran correctas o no se realizaban conforme a las instrucciones establecidas.

Esto nos viene a decir que sin Cristo no hay remisión de pecados, solo si creemos y aceptamos que su sacrificio en la cruz es suficiente para limpiarnos y perdonarnos podremos llegar a restaurar nuestra relación con Dios. De igual manera que en el Antiguo Testamento, los animales, mediante su sacrificio cargaban con el pecado del hombre, realizándose estos de manera contínua, ahora con un único Sacrificio, la muerte de Cristo y su resurrección, tenemos acceso al perdon de nuestros pecados y a la reconciliación con nuestro Padre.

Los estatutos relativos a los sacrificios estaban muy relacionados con la purificación y santidad del pueblo, con ellos se pretendía establecer un marco legal a fin de que el hombre pudiera tener acceso a Dios.

"Porque yo soy Jehová vuestro Dios; vosotros por tanto os santificaréis, y seréris santos, porque yo soy santo..." Levítico 11: 44

La razón de los sacrificios era sustituir al hombre por el animal y el fin de los mismos la expiación del pecado.


 SACRIFICIOS Y OFRENDAS DEL PUEBLO DE ISRAEL EN EL TABERNÁCULO

Libro de Levítico


                                                                  

HOLOCAUSTO

De olor grato
OFRENDA DE CEREAL u oblación
De olor grato
OFRENDA DE PAZ

De olor grato
OFRENDA POR EL PECADO
De expiación
SACRIFICIO POR CULPA
De expiación
ELEMENTOS
(La sal era imprescindible en todos los sacrificios y ofrendas, y los animales sin defecto)
-Ganado vacuno, ovejuno, cabras o aves (tórtolas o palominos) machos sin defecto
-Sal
-Flor de harina con
aceite e incienso y sal.

-Tortas cocinadas de flor de harina, aceite y sal

Prohibida la miel y la levadura.
-Ganado vacuno, ovejuno o cabras (sexo indistinto)
-variedad de panes y sal
1. Becerro: Sumo Sacerdote y congregación.
2. Macho cabrío: El gobernante
3. Cabra o cordero hembra: miembros del pueblo.
4. Ave: pobres
5. Flor de harina: muy pobres
Carnero o cordero
ACOMPAÑADA DE LIBACIÓN (derramado sobre el sacrificio u ofrenda)
-Libación de vino y aceite a partes iguales




ACOMPAÑADA DE OFRENDA DE HARINA
-Sin levadura

Con y sin levadura


DONDE SE PRESENTABA LA OFRENDA
Delante de la Puerta del Tabernáculo, al lado norte del Altar donde se quemaban los sacrificios
Al Sacerdote
Delante de la Puerta del Tabernáculo, al lado norte del Altar donde se quemaban los sacrificios
Delante de la Puerta del Tabernáculo, al lado norte del Altar donde se quemaban los sacrificios
Delante de la Puerta del Tabernáculo, al lado norte del Altar donde se quemaban los sacrificios
QUIÉN PONÍA LAS MANOS SOBRE EL ANIMAL
El ofrendante

El ofrendante
El que pecare o los ancianos si se trataba de la congregación
El que pecare
QUIEN LO SACRIFICABA
El ofrendante. Excepto ofrendas nacionales y los sacrificios de aves.

El ofrendante
El que pecare o los ancianos si se trataba de la congregación
El que pecare
QUIÉN LO DESOLLABA Y TROCEABA
Los sacerdotes o levitas

Los sacerdotes o levitas
Los sacerdotes o levitas
Los sacerdotes o levitas
DONDE SE ARROJABA LA SANGRE DEL ANIMAL: TAREA DEL SACERDOTE UNGIDO


como dijo Jehová en la pascua: “Veré la sangre y pasaré de vosotros” (Ex 12:13)
Era rociada alrededor sobre el Altar.
La de las aves era exprimida en la pared del Altar. El buche y las plumas echará junto al Altar, hacia el oriente en lugar de las cenizas.

Rociada alrededor sobre el Altar.
Por el pecado del Sacerdote ungido o el pueblo: 7 veces en el Velo del Santuario y en los
cuernos del Altar del Incienso. El resto se echaba junto al Altar del Holocausto.

Pecado de un jefe o persona del pueblo: la sangre sobre los cuernos del Altar del holocausto y el resto a los pies del mismo.
El sacerdote untaba los cuernos del Altar del Holocausto con la sangre y el resto se derramaba junto al mismo.
LO QUE SE QUEMABA EN EL ALTAR
Todo menos la piel
Una porción de flor de harina, aceite e incienso. Si el oferente era el sacerdote se quemaba entera.
Riñones, grasa de los intestinos, ijares, entrañas, hígado y cola del cordero.
Riñones, grasa de los intestinos e ijares, entrañas, hígado y cola del cordero.
Riñones, grasa de los intestinos, ijares, entrañas, hígado y cola del cordero.
LO QUE SE QUEMABA FUERA DEL ALTAR



Cuando el sacrificio era por el pecado del S. Sacerdote o del Pueblo se quemaba fuera todo lo que no se había quemado en el Altar.

PORCIÓN PARA EL SACERDOTE
La piel del animal

El que rociaba la sangre le correspondía la espaldilla derecha (ofrenda elevada).
El que rociaba la sangre se quedaba el animal para alimento.
El que rociaba la sangre se quedaba el animal para alimento.
PORCIÓN PARA EL SUMO SACERDOTE

El resto que no se quemaba era comido por el sacerdote y sus hijos varones
El pecho del animal (ofrenda mecida) con sus hijos e hijas.


PORCIÓN DEL OFRENDANTE Y FAMILIA


El resto era para la persona que ofrecía y su familia.


TIPO DE ALIMENTO

Santísimo. Lo comerían en el Atrio
Santo. Se podía comer en cualquier lugar limpio (no impuro). Se comía en el mismo día, lo que quedaba se quemaba.
Santísimo. Lo comerían en el Atrio
Santísimo. Lo comerían en el Atrio
PROPÓSITO DE LA OFRENDA
-Era un acto voluntario de adoración.
-Para expiación de pecados no intencionados en general.
-Para expresar devoción, consagración y rendición completa a Dios
-Adoración voluntaria, reconocimiento de la bondad de Dios y sus provisiones. Devoción a Dios.
Comunión con Dios.
-Acto voluntario de adoración, acción de gracias y comunión (incluía cena de comunión).
Ofrenda para la expiación de pecado involuntario específico. Incluía confesión de pecado y la purificación de la inmundicia.
Esta ofrenda era un mandato de parte de Dios para expiación del pecado involuntario y requería purificación de lo inmundo, restitución del daño y un 20% en multa.



SIMBOLISMOS, SIGNIFICADOS Y CURIOSIDADES:


LA VARIEDAD EN LAS OFRENDAS Y SACRIFICIOS: 

Los holocaustos de olor grato, así como las ofrendas para la expiación del pecado iban desde el sacrificio de un becerro hasta una ofrenda de flor de harina. Aunque en apariencia el primero era de un precio muy superior al segundo, todos eran igualmente válidos. La razón de esta diferencia era porque los muy pobres no podían ofrecer algo tan caro para su economía, y esto nos habla de que para Dios no hay pobres ni ricos, su salvación y perdón es para todos cuantos quieran acercarse a Él, sin diferencia de su condición social, económica, raza o sexo. El sacrificio de Cristo abre una Puerta para que todos podamos acceder a su perdón, salvación, y relación con Dios. 


EL HOLOCAUSTO: 

A diferencia de las demás ofrendas, el holocausto era consumido enteramente por el fuego sobre el altar, representando la total consagración a Dios de quien ofrecía el sacrificio; de todos los sacrificios este era el más perfecto. El termino “holocausto” significa “lo que sube”, así, el humo y las llamas que subían eran como perfume agradable a Dios. La expresión “olor grato a Jehová” era una forma de expresar que a Dios le agradaba la ofrenda. Al igual que en el holocausto se ofrecía a Dios en olor grato, así es el sacrificio del creyente cuando se consagra por entero a Cristo.

1.Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
2.No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Romanos 12:1


Cada mañana y cada tarde delante de la Presencia de Jehová, en la Puerta del Tabernáculo, era ofrecido un cordero en holocausto, como recordatorio perpetuo de su consagración a Dios. Esto nos habla de que el cristiano verdadero ha de renovar su entrega a Cristo cada día.

8.Habló aún Jehová a Moisés, diciendo:
9.Manda a Aarón y a sus hijos, y diles: Esta es la ley del holocausto: el holocausto estará sobre el fuego encendido sobre el altar toda la noche, hasta la mañana; el fuego del altar arderá en él.
10.Y el sacerdote se pondrá su vestidura de lino, y vestirá calzoncillos de lino sobre su cuerpo; y cuando el fuego hubiere consumido el holocausto, apartará él las cenizas de sobre el altar, y las pondrá junto al altar.
11.Después se quitará sus vestiduras y se pondrá otras ropas, y sacará las cenizas fuera del campamento a un lugar limpio.
12.Y el fuego encendido sobre el altar no se apagará, sino que el sacerdote pondrá en él leña cada mañana, y acomodará el holocausto sobre él, y quemará sobre él las grosuras de los sacrificios de paz.
13.El fuego arderá continuamente en el altar; no se apagará. Levítico 6: 8-13



OFRENDA DE CEREAL U OBLACIÓN: 

"Oblación" en hebreo significa "acercamiento", estas ofrendas no eran de animales sino de productos de la tierra. Normalmente no se presentaban solas sino acompañadas en las ofrendas de paz y en los holocaustos.

El ofrendante daba lo mejor de lo que tenía, reconociendo la generosidad de Dios. Así debe ser nuestra actitud para con Dios, dar lo mejor de nosotros mismos, sin mezquindad, con la seguridad de que nunca nos faltará la provisión diaria.

El propósito de estas ofrendas era la adoración y comunión con Dios.

OFRENDA DE PAZ: Ofrenda voluntaria. La mayor parte del cuerpo del animal sacrificado era comido por la persona que lo ofrecía y sus familiares e invitados en señal de comunión entre Dios y el hombre.

Como era voluntaria se podía aceptar indistintamente que el animal fuera macho o hembra, pero no podía ser ave. El pecho del animal era elevado y mecido por el sacerdote delante de Jehová para dedicárselo a El. Los sacerdotes tomaban su parte que era el pecho y la espaldilla derecha.
Aunque este sacrificio incluía la idea de expiación, su significado más grande era más bien el de reconciliación con Dios.

Tres clases de sacrificio de paz:
    -Acción de gracias. Expresaba agradecimiento por una bendición. Levítico 22:29
    -Cumplir un voto. Levítico 22:21
    -Ofrenda voluntaria para expresar amor a Dios. Levítico 2:21

El sacrificio de paz se cumplió en Cristo. 

Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación,
aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz,

y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Efesios 2: 14-16


OFRENDA POR LA CULPA:

Esta ofrenda era muy parecida a la del sacrificio por el pecado, y era ofrecida cuando la persona violaba los derechos de Dios o de su prójimo, por ejemplo, descuidarse en el pago del diezmo, robar, defraudar...etc. La persona que ofendía y quería ser perdonado debía confesar su pecado, restituir el daño y añadir una quinta parte como multa, además de realizar el sacrificio del carnero o cordero sin defecto como señal de arrepentimiento y de responsabilidad.



OFRENDA POR EL PECADO: Esta ofrenda era para limpiar los pecados cometidos por ignorancia y yerro, incluyendo faltas tales como rehusar a testificar contra un criminal delante de un tribunal o jurar a la ligera.

Como no todos tenían la misma responsabilidad y conocimiento se establecieron diferentes grados según quien fuera el ofrendante:

- El sumo sacerdote o la congregación tenian que ofrecer un becerro, el animal más costoso.

-El gobernante o jefe ofrecía un macho cabrío.

-Una persona del pueblo una cabrita u oveja.

-Los pobres dos tórtolas o dos palominos.


-Los muy pobres una medida de harina que era quemada 

sobre el altar. 


El propósito de estas ofrendas era el de expiar las faltas, por lo que no se permitía comer de la carne del animal sacrificado al oferente, pero si se le daba una parte al sacerdote.

Cuando el pecador era el mismo sacerdote, entonces no se le daba parte del animal sacrificado, se quemaba todo el cuerpo del animal, de esta manera se evitaba que el sacerdote se beneficiara de su propio pecado comiendo de lo ofrecido.

DÍA DE LA EXPIACIÓN: Era el día más solemne del calendario judío, se repetía cada año para mantener la relación del pueblo con Dios, debido a que el Tabernáculo de Jehová permanecía entre ellos en medio de las impurezas del pueblo. Era un día donde el sumo sacerdote ofrecía sacrificios para purificación del santuario, por los sacerdotes y la nación. Se celebraba el décimo día del séptimo mes llamado Tishri (octubre), se suspendían los trabajos diarios, se convocaba al pueblo al ayuno, el único ayuno prescrito por la Ley. Sólo este día entraba el sumo sacerdote en el lugar “Santísimo” (He. 9:7) Para ello vestía simplemente de lino blanco y quemaba incienso para que el humo cubriera el propiciatorio. Enseguida rociaba, sobre el propiciatorio, y por abajo, la sangre del novillo que había ofrecido por sus pecados y los de los sacerdotes. Después volvía a entrar con la víctima ofrecida por los pecados de la nación y con la sangre rociaba el velo. Por medio de ritos semejantes hacía expiación por el lugar santo y el altar de los sacrificios. La epístola a los Hebreos indica que la entrada del sumo sacerdote en el lugar santísimo una vez al año, y no sin sangre, prefiguró la entrada de Jesús, el gran Sumo Sacerdote, una vez y por todas en los cielos, habiendo adquirido para nosotros la salvación, y con ella el perdón de los pecados y la justificación de pecador, haciendo inútiles los sacrificios de expiación.

Jesucristo fue el Cordero Perfecto y sin pecado que expió nuestros pecados.

LA SAL, ELEMENTO IMPRESCINDIBLE: La sal era un elemento que no podía faltar en los sacrificios y en las ofrendas. Desde la antigüedad se ha utilizado muchísimo por su propiedades curativas y también para preservar los alimentos, es por ello que la sal representa la incorrupción y la pureza. También era símbolo de amistad, de lealtad, de alianza perpetua. El sacrificio de Cristo iba a ser perpetuo, para siempre.

Todas las ofrendas elevadas de las cosas santas, que los hijos de Israel ofrecieren a Jehová, las he dado para ti, y para tus hijos y para tus hijas contigo, por estatuto perpetuo; pacto de sal perpetuo es delante de Jehová para ti y para tu descendencia contigo. Números 18:19

LIBAR LAS OFRENDAS Y SACRIFICIOS CON VINO Y ACEITE: Libar significa derramar. En este caso se trataba de derramar vino sobre un sacrificio, tomando primero una parte para sí. El vino es símbolo del Pacto de Redención y gozo.


Derramar aceite simbolizaba al Espíritu Santo, su Unción y Santidad. Derramar aceite es ungir, sellar un lugar o una persona para Dios.


EL INCIENSO LA LEVADURA Y LA MIEL EN LAS OFRENDAS: El incienso acompañaba a las ofrendas de cereales u oblación. Representaba la oración, intercesión y la alabanza a Jehová.

La levadura y la miel por ser productos que causan fermentación eran considerados símbolos de corrupción, por lo que no se usaban en las ofrendas, a excepción de los sacrificios de paz.



CONCLUSIÓN

A pesar de los muchos sacrificios ofrecidos a Dios, estos nunca quitaron el pecado del hombre de una manera real, era una solución provisional hasta que llegara Cristo, el cual, mediante un único sacrificio nos limpió completamente de pecado y nos restauró a la condición de hijos de Dios.





Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne,

¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?

Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna.
Hebreos 9: 13-15




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