sábado, 23 de noviembre de 2013

LA AMISTAD CONFORME A LOS PRINCIPIOS DE DIOS (1ª PARTE)


24 DE NOVIEMBRE DE 2013

LA   AMISTAD

CONFORME A LOS PRINCIPIOS DE DIOS


INTRODUCCIÓN:
 
La amistad, una palabra que como el amor, se ha desvirtuado a lo largo del tiempo y ha perdido toda su esencia. Es curioso, que en el siglo que vivimos, con tanta tecnología, y acceso a infinidad de redes sociales, donde las distancias han dejado de ser un obstáculo para establecer comunicaciones en cualquier parte del mundo, hombres y mujeres están experimentando más que nunca la soledad, la depresión, la ansiedad y la necesidad de tener verdaderos amigos.

Desgraciadamente las relaciones de amistad suelen ser bastante frágiles y en muchos casos terminan mal. Cuando una amistad se rompe ambas partes sufren, y en muchos casos el fruto que recogemos de esa relación es rechazo, heridas emocionales, frustración amargura, enemistad, desconfianza, etc. Es difícil relacionarse con los demás y más aún consolidar una amistad.

los cristianos, como el resto del mundo, cometemos errores, no siempre estamos a la altura de las circunstancias, y hemos de pedir perdón infinidad de veces, pero de los errores podemos aprender. Deseo compartir contigo de una manera sencilla los principios, extraídos de la Palabra de Dios, que he aprendido a lo largo de mi vida y que aplicados a las relaciones personales, me han ayudado para consolidar amistades y que perduren en el tiempo.
 
Este pequeño estudio lo he divido en dos partes:

1ª Cómo Consolidar la amistad

2ª Porqué fracasan las relaciones.

1ª PARTE: CÓMO CONSOLIDAR LA AMISTAD

Cuando Dios crea al hombre lo crea a imagen y semejanza suya, esto quiere decir que le fue dada la capacidad de amar y sentir afecto por alguien, de ahí la necesidad de tener que compartir con los demás. El hombre necesita vivir en sociedad, lo que implica tener que relacionarse con otros de su especie.

Es por eso que Dios dijo que no era bueno que el hombre estuviera solo y crea a la mujer como ayuda idónea. También vemos en Génesis como Dios mismo se paseaba cada tarde con ellos. Entre Dios y el hombre al igual que entre Adán y Eva existieron lazos de amistad. Por causa del pecado el hombre rompió estos lazos e hizo separación entre Dios y la raza humana, sin embargo, este no era el propósito de Dios, su deseo era   que cada hombre se relacionara con Él en calidad de amigo y no de siervo, esto mismo lo dijo Jesús y desde luego la mejor manera de aprender a ser amigos de Dios es conviviendo con los demás y amándoles tal cual son, porque es imposible amar a Dios al cual no vemos, si a los que tenemos delante no los podemos soportar.
 
En el libro de Proverbios, escrito por el rey Salomón, podemos encontrar más de cuatrocientos consejos que nos ayuden en nuestra vida cotidiana, pues contiene mucha sabiduría. En el capítulo 17: 17 se encuentra una descripción bastante buena de lo que debe ser verdaderamente un amigo.

En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia.”

Después de leer este versículo mi pregunta es:
 
¿amo a mis amigos en todo tiempo y estoy disponible cuando me necesitan de verdad?

Es una pregunta que debemos de responder cada uno para aprender a reconocer nuestro fallos y poder corregirlos, no tanto para que nos pongamos en el papel de víctimas, auto-compadeciéndonos y culpando a los demás.

Yo pensaba que una persona cristiana, debía ser perfecta desde el primer momento de su conversión, mi decepción fue comprobar que esto no era así, yo tampoco lo he conseguido. Pensar de esta manera es un error, no podemos olvidar que cuantos hemos venido a Cristo estábamos viviendo bajo unos principios o normas de vida diferentes a los que Dios ha establecido en su Palabra, y este cambio no puede ser automático sino progresivo, en la medida que el Espíritu Santo nos vaya mostrando.
 
En Efesios 2: 1-3 dice así:

“Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.”

“De modo que si alguno está en Cristo nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”

Y claro, nos encontramos con la realidad de que aun siendo nuevas criaturas parece que todo sigue igual, y si en el mundo hay contiendas y problemas, entre cristianos también encontramos malas relaciones personales. ¿Por qué?

Como ya he dicho anteriormente los cambios no son automáticos sino progresivos, es necesario un aprendizaje, debemos aprender a caminar conforme a los principios de Dios, a las normas que Él estableció en su Palabra, e ir desechando poco a poco la vieja manera de vivir en el mundo, que es contraria a Dios. Ocurre a veces que queremos aplicar principios del mundo a las cosas de Dios y esto no funciona, es por eso que para establecer buenas amistades hemos de regirnos por los principios de Dios, pues de lo contrario no va a funcionar y esos lazos se romperán y lo que segaremos será enemistad.

Cada país, nación o estado, se rige por unas leyes o estatutos que ayudan a mantener el orden y la paz. El reino de Dios también se rige por unos principios que no pueden alterarse y que en muchos casos no coinciden con los establecidos en este mundo.
 
Una manera de ilustrar esto es poniendo como ejemplo lo que matemáticas se llama la propiedad Conmutativa, la cual dice que el orden de los factores no altera el producto. Esta propiedad se puede aplicar perfectamente a la suma y a la recta, no importa como coloques las filas de número, el resultado va a ser el mismo. Pero esto mismo no lo podemos hacer en la resta, ya que alteraría  el resultado. Ejemplo:

Suma            Multiplicación             Resta

4+2= 6          4x2=8                         4-2=2

2+4=6          2x4=8                          2-4=-2

Como verás, si tienes cuatro y debes dos, sigues teniendo dos, pero si tienes dos y debes cuatro estarías en números rojos. Por lo tanto esta propiedad no se puede aplicar a la resta, ya que si alteras el orden de los factores el resultado es contrario, ya que no es lo mismo tener que deber.

En el reino de Dios ocurre algo parecido, no podemos aplicar esta propiedad, Dios ha establecido unos principios o leyes para mantener el orden en todos los ámbito, en el universo, en la naturaleza, en los seres vivos…etc, alterar el orden establecido, resultaría caótico.

Una buena amistad, una amistad verdadera, es como un edificio que necesita sostenerse sobre principios o pilares sólidos, cuya base o fundamento ha de ser fuerte para soportar el peso e impedir que hunda..

Imaginemos un edificio que representaría la AMISTAD, sostenido sobre tres columnas llamadas GENEROSIDAD, SERVICIO Y VERDAD, que serían los tres principios que sostiene este edificio, cimentado sobre el fundamento de el AMOR.

La primera columna representa el principio de servir (Mc. 10:42-45).

“Mas Jesús, llamándolos, les dijo: Sabéis que los que son tenidos por gobernadores de las naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad, pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos.
Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”

Está claro que todos hemos recibido el mismo llamado: el de servir.

La palabra “Servir” tiene dos significados o vertientes uno respecto a la relación con Dios y otro en cuanto a las relaciones con las personas.
 
     -Con relación a Dios = obedecer (cumplir la voluntad de Dios)
 
     -Con relación a los hombres = Beneficio que se hace a  alguien desinteresadamente.

Servimos a Dios a través de servir a los demás. (Colosenses 3: 23-24)

“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís".
 
La segunda columna representa el principio de generosidad. (Lucas 6: 38)

Dar es lo contrario de recibir es, significa regalar a otros.

“Dad y se os dará, medida buena apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.”
 
Siempre que se habla de dar parece que nos trae a la mente lo material, pero podemos dar algo más que dinero, puede ser nuestro tiempo, alguna palabra de aliento, un consejo a tiempo, una sonrisa... etc.

Aplicar este principio es muy práctico, nadie que es genero sale perdiendo, por el contrario en la generosidad hay recompensa. Mira lo que dice la Palabra de Dios al respecto:

2° Co. 9:6 Si siembras generosamente cosecharas generosamente.
La gente en general busca y aprecia al corazón que es generoso, La persona que tiene un corazón que sale al encuentro de los demás, siempre encontrara corazones que salgan al encuentro del suyo.
Prov. 18:24 el hombre que tiene amigos a de mostrarse amigo, y amigo hay mas unido que un hermano.
Dios nos enseña en su palabra que lo que hacemos para los demás es como si lo hiciéramos para El.
Todas las veces que abrimos nuestras manos y nuestro corazón, darán testimonio a nuestro favor y todas las veces que las cerremos, darán testimonio en contra nuestra.
En Proverbios 3: 27-30 encontramos unos conejos maravillosos de como ha de ser nuestra actitud frente a nuestro prójimo y amigos que desprenden mucha ternura:

No te niegues a hacer el bien a quien es debido, cuando tuvieres poder para hacerlo. No digas a tu prójimo: anda, y vuelve, y mañana te daré, cuando tienes contigo qué darle. No intentes mal contra tu prójimo que habita confiado junto a ti. No tengas pleito con nadie sin razón, si no te han hecho agravio.”
La tercera columna representa el principio de verdad ( Efesios 4: 24-25)

“...Vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.”

Verdad, es conformidad de lo que se dice con lo que se siente o piensa. Es decir que una persona habla verdad cuando lo que dice es de acuerdo a lo que piensa y siente.

Claro que hemos de llevar cuidado, pues cuando nuestro pensamiento y nuestro corazón no están de acuerdo a la Palabra de Dios esa verdad puede ser destructiva.

Proceder y hablar con verdad es hacerlo sin doblez (sin fingimiento) ni hipocresía, conforme a la manera de Dios.

La palabra "verdad" hay que entenderla en el ámbito bíblico y no en el de la filosofía griega. Significa firmeza, fidelidad, seguridad, y revelación, también es sinónimo de sabiduría.

¿Por qué es importante hablar verdad?

Porque la verdad trae liberación a nuestra alma en primer lugar, nos da credibilidad frente a los demás y generará confianza.

Este relato, a pesar de su sencillez refleja bastante bien lo que significa la libertad que trae decir la verdad.

La verdad nos libera
Había un niño que visitaba a sus abuelos en su granja. Le dieron un tirachinas para que jugara afuera en el campo. El practicó en el campo, pero nunca pudo darle a su objetivo. Ya un poco desanimado regreso a la casa para la cena.

Mientras caminaba de regreso vio el pato mas querido por su abuela. Y como un impulso, el le disparó con el tirachinas, le pego al pato en la cabeza y lo mato. Estaba impresionado y consternado. En un momento de pánico, el niño escondió el pato muerto entre una pila de Madera. En ese momento vio que su hermana lo estaba observando. Sally lo había visto todo, pero no dijo nada.

Después del almuerzo del siguiente día, la abuela dijo, "Sally vamos a lavar los platos". Pero Sally dijo "Abuela Johnny me dijo que el quería ayudarte en la cocina. Luego le susurro a el "Recuerdas el Pato?" Así que Johnny lavó los platos.

Mas tarde ese día, el Abuelo les pregunto a los niños si querían ir a pescar, y la Abuela dijo, "Lo siento pero necesito que Sally me ayude a hacer las compras" Sally solo sonrió y dijo "Bueno, no hay problema porque Johnny me dijo que quería ayudar.

Ella susurro nuevamente "Recuerdas el Pato?"

Así que Sally se fue a pescar y el se quedó ayudando. Después de varios días en los cuales Johnny hacia tanto sus tareas como las de Sally, el finalmente no pudo soportarlo mas y le confeso a su Abuela que había matado el pato.

La Abuela se arrodillo, le dio un abrazo y dijo:
-"Corazón, Yo lo sé. Sabes, yo estaba parada en la ventana y vi todo lo que paso. Pero porque te Amo, yo te perdono. Solo me preguntaba cuanto tiempo mas permitirías que Sally te hiciera su Esclavo."
De todo lo dicho se desprende que tres son las cualidades principales de la persona que sabe tener amigos:
  1. Disponibilidad para servir y ayudar desinteresadamente.
  2. Generosidad para dar a  los demás, siendo sensible a las necesidades no solo materiales.
  3. Hablará y actuará siempre conforme a la Verdad, por lo cual inspirará confianza.
Pero cuidado!!!!
 
Sin olvidar que todo su proceder y su hablar irá impregnado de Amor, este es un elemento que no ha de faltar en nuestra vida es el conglomerante que une, que da cohesión y resistencia a estos elementos y sobre el que se cimenta la edificación.

En 1ª de Corintios 16: 14 dice:

Todas vuestras cosas sean hechas con amor.

El amor no es un pilar o columna en el que se sostiene la amistad, sino el cimiento sobre el cual edificamos, el único cimiento que puede soportar todo. Si tenemos amor:

  • Seremos benignos con los demás.
  • Nos resultará fácil perdonar.
  • No habrá envidia.
  • No buscaremos lo nuestro.
  • Lo soportaremos todo.
Resumiendo, diremos que si no hay amor nada de lo que hagamos tiene valor delante de Dios, no sirve para nada. (1ª Cor. 13: 1-3)

Si tienes estas tres cualidades ¡ENHORABUENA! Eres un candidato para tener y ser un buen amigo.
 
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domingo, 10 de noviembre de 2013

(4) ¡HAY VIDA DESPUÉS DE LA IGLESIA!


11 de noviembre de 2013
 
 
4 ¡HAY VIDA DESPUÉS DE LA IGLESIA! : "Paz en medio de la tempestad"
 


Ciertamente, la mayoría de las veces buscamos a Dios cuando algo no está bien, en los problemas de salud, de dinero, de trabajo o cuando ha pasado algún cataclismo en nuestra vida, como fue mi caso, pero hasta donde puedo recordar reconozco que El siempre estuvo a mi lado, aunque no siempre fui consciente.

Vivimos en un mundo imperfecto donde desgraciadamente la maldad cada día va en aumento, así que es normal que haya sufrimiento, ser cristianos no garantiza la inmunidad, no estamos en una burbuja de protección, sino que vivimos expuestos a todo, como el resto de los mortales. Todos los problemas que afligen a este mundo, como pueden ser la falta de trabajo, las enfermedades, la crisis económica, la violencia... nos afecta directa o indirectamente, Dios no ha prometido que los que creemos  en El vamos a ser librados de padecer estos males, al contrario, si miramos en la Biblia, concretamente en Mateo 16:33 dice: "...En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo". Estas son palabras de exhortación, para que no nos sorprendamos si pasamos por dificultades, confiemos que Dios está con nosotros y nos ayuda, que en medio de la tormenta podemos tener paz y confianza, igual que cuando estaban los apóstoles con Jesucristo en la barca y les vino una gran tormenta,  ellos pensaron que se ahogaban y clamaron `¡Señor! ¡Que perecemos! y Jesús reprendiendo a los vientos y al mar se hizo grande bonanza. Igual pasa con nosotros cuando somos azotados por las perturbaciones de la vida,   Jesucristo trae paz y calma .

Varias han sido las tempestades que he atravesado, en algunas de ellas creí hundirme, y en mi ignorancia, cuando clamaba a Dios que me ayudara me permitía la libertad de decirle cuando y como tenía que hacerlo,    este es un error muy común que todos en algún momento hemos cometido. Una de las cosas que he aprendido es que Dios no es el genio de la lámpara mágica, que cuando lo necesitamos nos concede todos los deseos, ¡no!, esto no funciona así, sus propósitos van más allá de solucionar nuestros problemas al instante, lo verdaderamente importante es confiad y creer que El está en nosotros, que todo lo que nos ocurra no le es ajeno, que pase lo que pase todo está dentro de su control y que la solución a nuestros problemas no siempre es la que esperamos sino aquella que más nos conviene, aunque en el momento no lo podamos entender.
Esta experiencia de mi vida que he compartido, va dirigida especialmente a personas que en la actualidad no forman parte de ninguna iglesia denominacional, bien porque un día abandonaron o simplemente porque nunca se han comprometido, he intentando transmitir que la vida espiritual y la relación personal con Dios no depende de nadie más que de uno mismo, no importa donde te encuentres, ni cuales sean tus circunstancias, el Amor de Dios es inmutable y sus promesas eternas; sin embargo, deseo aclarar que no estoy en contra de que personas que creen, piensan y sienten de igual manera se reúnan, compartan sus experiencias, se ayuden unos a otros, estudien las Escrituras y oren a Dios por las necesidades propias y ajenas, es decir, creo en la "Iglesia", cuando esta es gobernada según los principios que Dios ha establecido en su Palabra.   En el evangelio de Lucas, 4: 16-20, Jesús dijo:




" El Espíritu de Dios está sobre mi porque me eligió y me envió para dar buenas noticias a los pobres, para anunciar libertad a los prisioneros, para devolverles la vista a los ciegos, para rescatar a los que son maltratados y para anunciar a todos que este es el tiempo que Dios eligió para darnos salvación".
 
 
 
 
Al igual que Jesús, su Iglesia también tiene que anunciar estas buenas nuevas al mundo. Es una responsabilidad muy grande, no podemos descuidar este llamado. Si anteponemos nuestros intereses a los de Dios, el resultado será una iglesia dividida y llena de conflictos, donde sus miembros serán los primeros en sufrir sus consecuencias. Tristemente cuando estas cosas ocurren, no solo nos sentimos defraudados por las personas, sino que también culpamos a Dios, pero puedo asegurarte que El no tiene culpa de nada, por el contrario está presto a limpiar nuestras heridas y sanar nuestro dolor; discernir esta verdad es posible cuando conocemos el corazón de Dios y a El se le conoce por medio de su Palabra.

Conocer las Escrituras es muy importante, a través de su lectura encontramos la guía que necesitamos para vivir conforme a los principios de Dios y traer bendición a nuestras vidas, también nos ayuda a discernir para no tragarnos todo lo que nos quieran decir y no dejarnos manipular por personas sin escrúpulos. Ser cristianos no implica ser fanáticos de una religión, pero sí conocer lo que Dios tiene para cada uno de nosotros.

Pablo decía: "Examinadlo todo, retened lo bueno, absteneos de toda especie de mal" 1ª Tesal. 5: 21-22

Vivimos tiempos muy difíciles, donde la esperanza, la fe, la ilusión, el gozo, la paz, el optimismo,... no abundan demasiado, también el amor se ha ido enfriando poco a poco en nuestros corazones, estamos tan inmersos en nuestro mundo y nuestras circunstancias que no vemos las necesidades  de los que nos rodean;  es como si nos hubiéramos inmunizado ante el sufrimiento ajeno, pero a lo largo de estos años también he aprendido que pasar por tribulaciones nos hace más humanos, nos permite ponernos en los zapatos de los demás para entender como se sienten y nos capacita para poder llevar un poco de consuelo que tanta falta hace en este mundo tan materialista. Me conmueve mucho recordar las palabras de un buen amigo mío, Pedro Manuel, que así se llama,  sacerdote católico, que decía: "Un buen cristiano debe de tener amor y misericordia por su próximo, no ya su prójimo, que parece más lejano, porque si no ama a las personas que  tiene a su  lado, ¿cómo  vas a amar a los que no ve?
 
 
Imagino que te preguntarás, al igual que hice yo si es posible amar incluso a los enemigos, en realidad,   la mayor parte de los enemigos los tenemos bien cerca, en muchos casos entre las personas de más confianza, por eso duele tanto sentirnos traicionados, pero hay algo que deseo compartir contigo, especialmente si tu también has sufrido, y sientes que tu  corazón ha sido roto tantas veces que no es posible reconstruirlo, hoy te digo que aún hay esperanza para ti, Dios te  pone delante  dos caminos para que escojas:
-Uno de autocompasión y venganza
-Otro de perdón y crecimiento espiritual y personal

Si eliges la primera opción,  tu vida será una continua queja, la crítica y  la amargura te irán consumiendo,  progresivamente tu corazón se irá endureciendo e insensibilizando. Vivir cada día con un estado de ánimo  en el que predomina  la ira,  la amargura y la falta de perdón   puede llevarte a enfermar físicamente. La primera persona perjudicada siempre serás tu.
Si eliges seguir el segundo camino habrás dado un paso de gigante hacía la libertad emocional, serás la primera en disfrutar de los beneficios del perdón, tu dolor y sufrimiento no habrá sido en vano, sino que por el contrario te hará más compasiva con los demás, podrás entender y ayudar a otros que como tu,  han pasado por situaciones iguales o parecidas, y podrás llevar consuelo y paz.  Las tribulaciones y los problemas son lo que nosotros queremos que sean, Dios siempre nos da a escoger, y nos insta a que elijamos el mejor camino para nuestra restauración emocional, personal y espiritual.
No dudes en pedir ayuda, a veces no podemos solos con tanta carga, seguro que Dios pone en tu vida personas dispuestas a caminar contigo y guiarte a buen puerto,  pide también que te capacite para amar conforme al amor de Dios: 1ª de Corintios 13:4-13 que dice así:
"El amor es sufrido, es benigno;
el amor no tiene envidia,
el amor no es jactancioso, no se envanece;
no hace nada indebido,, no busca lo suyo,
no se irrita, no guarda rencor;
no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca deja de ser..."

Lo que aquí ha quedado reflejado ha sido tan solo una pequeña parte de la obra de Dios en mi vida, hay muchos más testimonios y vivencias que a través de este blog iremos compartiendo contigo. Si deseas contactar con nosotros para hacer alguna consulta o sugerencia, no dudes en hacerlo, este es nuestro correo electrónico. guipoesa@gmail.com

"...Y que el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo." Romanos 15: 13


martes, 5 de noviembre de 2013

(3) ¡HAY VIDA DESPUÉS DE LA IGLESIA!


5 de noviembre de 2013


3 ¡HAY VIDA DESPUÉS DE LA IGLESIA! : ...Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Me preguntaba muchas veces como hablarle al mundo de un Dios misericordioso, 0 del amor de Cristo que dio su vida por nosotros, si como cristiana, había perdido de vista ese amor incondicional, culpándome y condenándome por mis errores una y otra vez, hasta que entendí, que no podía amar a nadie si antes no aprendía a amarme a mí misma.  Mateo 19:19, cuando dice: "...Amarás a tu prójimo como a ti mismo", había cobrado vida, me di cuenta que Dios perdonaba mis errores y fallos, que  conocía desde el principio  mis imperfecciones y debilidades y aún así me amaba y aceptaba. Comprender y recibir en mi corazón esta verdad me abrió los ojos para ver que los demás no eran diferentes a mi y que todos necesitamos desesperadamente del amor de Dios.  Aprendí a perdonarme y aceptarme tal cual era, y a sentir compasión y empatía por las personas que sufren,  también me llevó a perdonar y a no juzgar a cuantos  me habían dañado.

Experimentar el amor y perdón de Dios no fue fruto de un sentimiento o una emoción, tampoco ocurrió todo de la noche a la mañana, esté cambio fue el resultado de un largo proceso en el que Dios obró el milagro de cambiar mi tristeza y amargura por una paz y gozo que se renueva cada día. En la vida, continuamente estamos tomando decisiones, y todas ellas tienen consecuencias, por eso la importancia de saber elegir el camino correcto, yo decidí creer en su Palabra, aceptar su amor y  perdón y dejar que restaurara mi vida espiritual y emocional. Creerle  me capacitó para comprender a los demás, verlos y amarlos como Cristo lo hace, dejó de ser una teoría para convertirse en una realidad viva, fue entonces cuando sentí que podía hablar de la misericordia y el amor de Dios para con todos. No importa cual sea la denominación religiosa a la que pertenezcas, ya seas ateo o agnóstico, la realidad es que Dios, es Dios de todos y para todos.
Durante largos años estuve convencida que la religión que vivía era la única verdadera, y que para ser salvos, es decir, para ser verdaderos cristianos era necesario estar dentro de una congregación, ¡gran error el mío! A sido necesario vivir esta experiencia para que abriera los ojos a la realidad espiritual de que a Dios no se le puede encerrar entre cuatro paredes, que el hombre no posee toda la verdad y que la única VERDAD con mayúsculas es Cristo mismo, y el no habita en templos de piedra sino en el corazón de las personas que desean recibirle como su Señor y Salvador, El es accesible a todos.
 
No me cabe la menor duda que si Dios ha producido en mí este cambio, a pesar de no asistir a ninguna iglesia ni pertenecer a ninguna denominación, también puede obrar en tu vida, solo necesitas creer.