EL
TABERNÁCULO 3ª Parte
*EL
LUGAR SANTÍSIMO
En el Lugar
Santísimo encontramos: El
Arca, El Propiciatorio
(la tapadera del Arca), y Los
querubines.
El Lugar Santísimo estaba
separado del Lugar Santo por el Velo que representaba la humanidad
de Cristo. De la manera que esta Cortina tapaba e impedía el acceso
al Trono de Dios, así mismo, Cristo es la única Puerta a través de
la cual podemos llegar al Padre, y esto ocurrió cuando su sacrificio
en la Cruz fue consumado, es decir, que en ese mismo momento el
Velo de separación se rasgó y dejo al descubierto el Lugar
Santísimo, lo que significaba que con la muerte de Cristo, todos
tenemos libre acceso a su Trono de Gracia, Él pagó nuestro rescate
con su vida y nos reconcilió nuevamente con Dios.
“Mas
Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu.
Y
he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la
tierra tembló, y las rocas se partieron” Mateo
27: 50-51
El lugar
llamado Santísimo, era el aposento occidental del Tabernáculo, y
separado del lugar Santo por un velo de azul, púrpura, carmesí y
lino torcido hecho de obra primorosa con querubines (que ya
explicamos en la 2ª parte de este estudio), que colgaba de cuatro
columnas de madera de acacia cubiertas de oro, con sus capiteles
también de oro sobre basas de plata. Tenía la misma altura y
anchura que el lugar Santo, es decir diez codos (4,5 m), y como el
Velo colgaba debajo de los corchetes de oro que juntaban las cortinas
del Tabernáculo, queda determinada su longitud, que también era de
diez codos es decir de 4,5m; lo que formaba un cubo o dado perfecto
de diez codos.
Las dos
paredes laterales y la pared del fondo era de tablas de madera de
acacia de una altura de de 10 codos cubiertas de oro; su techo, de
las cortinas de lino fino; y su parte delantera del Velo que
separaba los dos lugares.
En este
aposento fue colocada el Arca del Testimonio con su cubierta llamada
también Propiciatorio. En este lugar Santísimo entraba solamente el
sumo sacerdote, y esto ocurría una vez al año, en el día de la
Expiación, cuando presentaba la sangre de la víctima por el pecado
del pueblo.
EL
ARCA
El Arca era el mueble más sagrado del Tabernáculo. Estaba hecho de
madera de acacia y cubierto de oro puro por dentro y por fuera. Su
longitud era de 2,5 codos X 1,5 de
ancho X 1,5
codos de alto (1,12 m de largo X 0,68 cm de ancho X 68 cm de alto).
Como ya hemos visto anteriormente tenía la misma altura que el
enrejado del Altar del Holocausto.
El uso
especial de este mueble era el de guardar las dos tablas de la Ley,
una porción de maná y la vara de Aarón que había reverdecido.
Tenía en
la parte superior una cornisa o banda de oro que la rodeaba y que
servía según el significado hebreo para ligar o afianzar el Arca.
También tenía dos anillos en los lados para colocar las varas que
la transportaban.
EL
PROPICIATORIO
En el original expresa la idea de expiación de pecado, era una
plancha de oro fino de la misma medida del Arca, es decir 2,5
codos de largo X 1,5 codos de ancho (1,12 m de largo X 68 cm de
ancho). Este
se encajaba dentro de la cornisa o cerco que rodeaba el Arca y así
quedaba ligada o afianzada en su lugar. No tenía madera en su
construcción, manifestando que la obra del propiciatorio es obra
Divina. Fue
labrado a martillo, tipificando los sufrimientos de Cristo para
expiar el pecado. La
sangre rociada sobre el Propiciatorio nos recuerda que la
misericordia está basada sobre la justicia.
Encima de
esta tapadera era donde se manifestaba la gloria de Dios en forma de
columna de fuego durante la noche y nube en el día, que se veían
afuera, símbolo de la Presencia de Dios.
LOS
QUERUBINES
Cubriendo el Arca se encontraban dos figuras de oro llamadas
“Querubines”. Fueron hechos de una pieza con la cubierta o
tapadera, con sus alas extendidas por encima, cubriéndola, y sus
rostros, el uno enfrente del otro mirando la cubierta.
Dios moraba
entre los querubines y desde allí se comunicaba con los sacerdotes.
“Y
de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el
propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca
del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel.”
Ex.
25: 22
*El
Arca, con el propiciatorio y los dos querubines, tenía la
semejanza de un trono y desde allí hablaba con Moisés, el único
que podía entrar en cualquier momento a su presencia sin
sacrificio. Moisés es tipo de Cristo como mediador entre Dios y
el hombre. Aarón, Sumo Sacerdote, podía entrar una vez al año
con sangre del sacrificio.
*El
Propiciatorio habla de la misericordia de Dios manifestada hacia
el hombre, en Cristo.
*Los
Querubines indicaban la misericordia y gracia de Dios cubriendo su
pueblo.
*El
trono de Dios es para nosotros el “Trono de Gracia”.
*Del
corazón de Dios (el interior del Arca) salió la Ley para guiar a
su pueblo, el alimento para que no pereciera y la autoridad de ser
sus escogidos.
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Cuando
el sumo sacerdote de Israel se presentaba en el lugar santísimo, en
el día de la expiación, con la sangre de la víctima por el pecado
en favor del pueblo, era una figura y representaba a nuestro Señor
Jesucristo, quien después de su muerte en la cruz, y resucitado de
entre los muertos, entró en la presencia de Dios en favor de los
suyos, habiendo expiado el pecado de ellos. En el tiempo de las
sombras se repetían estos sacrificios todos los años, y la misma
repetición demostraba su ineficacia, como dice Pablo, que si
hubiesen podido estas figuras quitar el pecado, habrían cesado de
ofrecerse.
En este particular resalta el contraste entre la realidad el sacrificio de Cristo y las sombras del culto de entonces. Y por lo tanto, en virtud de esta perfecta obra de redención por la sangre de Cristo, puede decir el Apóstol en su epístola a los hebreos:
En este particular resalta el contraste entre la realidad el sacrificio de Cristo y las sombras del culto de entonces. Y por lo tanto, en virtud de esta perfecta obra de redención por la sangre de Cristo, puede decir el Apóstol en su epístola a los hebreos:
Así
que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo
por la sangre de Jesucristo, por
el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto
es, de su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios,
acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe,
purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos
con agua pura.
Hebreos 10: 19-22
En
el momento solemne de la muerte de Cristo, cuando dijo: Consumado
es,
el velo del templo se rompió en dos, de arriba abajo, y el lugar y
el lugar santísimo quedó descubierto, ensenando Dios por este hecho
que su corazón quedaba abierto a nosotros con todas sus bendiciones.
Para eso fue preciso , no solo que el Verbo fuese hecho carne y
que habitase entre nosotros, sino que nuestro pecado fuese cargado en
El, y que Él, fuese herido por Dios en lugar de nosotros los
pecadores, de este modo demostró Dios cuanto aborrecía el pecado y
cuanto amaba al pecador, el cual no solo es perdonado, sino acercado
a su misma presencia sin Velo de separación.
Por
tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto. Y los otros
sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no
podían continuar; mas éste, por cuanto permanece para siempre,
tiene un sacerdocio inmutable;
por
lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se
acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.
Porque
tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha,
apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos;
que
no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de
ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los
del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a
sí mismo.
Porque
la ley constituye sumos sacerdotes a débiles hombres; pero la
palabra del juramento, posterior a la ley, al Hijo, hecho perfecto
para siempre.
Hebreos 7: 22-28
RESUMEN
*En el Lugar Santo y
después de consumado el sacrificio, le vemos como la Luz, el
alimento y quien intercede por su Pueblo.
*En el Lugar
Santísimo es Cristo glorificado en su trono, en los lugares
celestiales, donde nos ha hecho sentar con Él por medio de su
muerte y resurrección.
Así mismo, el
cristiano, al creer en Cristo y ser lavado y purificado por la
Palabra en el “Atrio”, es hecho sacerdote del Dios Altísimo
para mediar entre Dios y los hombres en el “Lugar Santo”.
Y no solo eso, sino
que ahora a través de la muerte y resurrección de Cristo, el
cristiano puede entrar libremente a la presencia de Dios, al
“Lugar Santísimo”, pues la sangre de Jesús nos justifica de
todo pecado.
Porque
no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras
debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra
semejanza, pero sin pecado.
Acerquémonos,
pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar
misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
Hebreos 4: 15-16
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Nunca imaginé que el estudio del Tabernáculo fuera tan fascinante!! Que bueno leer la Palabra y poder entenderla!!
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