domingo, 10 de noviembre de 2013

(4) ¡HAY VIDA DESPUÉS DE LA IGLESIA!


11 de noviembre de 2013
 
 
4 ¡HAY VIDA DESPUÉS DE LA IGLESIA! : "Paz en medio de la tempestad"
 


Ciertamente, la mayoría de las veces buscamos a Dios cuando algo no está bien, en los problemas de salud, de dinero, de trabajo o cuando ha pasado algún cataclismo en nuestra vida, como fue mi caso, pero hasta donde puedo recordar reconozco que El siempre estuvo a mi lado, aunque no siempre fui consciente.

Vivimos en un mundo imperfecto donde desgraciadamente la maldad cada día va en aumento, así que es normal que haya sufrimiento, ser cristianos no garantiza la inmunidad, no estamos en una burbuja de protección, sino que vivimos expuestos a todo, como el resto de los mortales. Todos los problemas que afligen a este mundo, como pueden ser la falta de trabajo, las enfermedades, la crisis económica, la violencia... nos afecta directa o indirectamente, Dios no ha prometido que los que creemos  en El vamos a ser librados de padecer estos males, al contrario, si miramos en la Biblia, concretamente en Mateo 16:33 dice: "...En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo". Estas son palabras de exhortación, para que no nos sorprendamos si pasamos por dificultades, confiemos que Dios está con nosotros y nos ayuda, que en medio de la tormenta podemos tener paz y confianza, igual que cuando estaban los apóstoles con Jesucristo en la barca y les vino una gran tormenta,  ellos pensaron que se ahogaban y clamaron `¡Señor! ¡Que perecemos! y Jesús reprendiendo a los vientos y al mar se hizo grande bonanza. Igual pasa con nosotros cuando somos azotados por las perturbaciones de la vida,   Jesucristo trae paz y calma .

Varias han sido las tempestades que he atravesado, en algunas de ellas creí hundirme, y en mi ignorancia, cuando clamaba a Dios que me ayudara me permitía la libertad de decirle cuando y como tenía que hacerlo,    este es un error muy común que todos en algún momento hemos cometido. Una de las cosas que he aprendido es que Dios no es el genio de la lámpara mágica, que cuando lo necesitamos nos concede todos los deseos, ¡no!, esto no funciona así, sus propósitos van más allá de solucionar nuestros problemas al instante, lo verdaderamente importante es confiad y creer que El está en nosotros, que todo lo que nos ocurra no le es ajeno, que pase lo que pase todo está dentro de su control y que la solución a nuestros problemas no siempre es la que esperamos sino aquella que más nos conviene, aunque en el momento no lo podamos entender.
Esta experiencia de mi vida que he compartido, va dirigida especialmente a personas que en la actualidad no forman parte de ninguna iglesia denominacional, bien porque un día abandonaron o simplemente porque nunca se han comprometido, he intentando transmitir que la vida espiritual y la relación personal con Dios no depende de nadie más que de uno mismo, no importa donde te encuentres, ni cuales sean tus circunstancias, el Amor de Dios es inmutable y sus promesas eternas; sin embargo, deseo aclarar que no estoy en contra de que personas que creen, piensan y sienten de igual manera se reúnan, compartan sus experiencias, se ayuden unos a otros, estudien las Escrituras y oren a Dios por las necesidades propias y ajenas, es decir, creo en la "Iglesia", cuando esta es gobernada según los principios que Dios ha establecido en su Palabra.   En el evangelio de Lucas, 4: 16-20, Jesús dijo:




" El Espíritu de Dios está sobre mi porque me eligió y me envió para dar buenas noticias a los pobres, para anunciar libertad a los prisioneros, para devolverles la vista a los ciegos, para rescatar a los que son maltratados y para anunciar a todos que este es el tiempo que Dios eligió para darnos salvación".
 
 
 
 
Al igual que Jesús, su Iglesia también tiene que anunciar estas buenas nuevas al mundo. Es una responsabilidad muy grande, no podemos descuidar este llamado. Si anteponemos nuestros intereses a los de Dios, el resultado será una iglesia dividida y llena de conflictos, donde sus miembros serán los primeros en sufrir sus consecuencias. Tristemente cuando estas cosas ocurren, no solo nos sentimos defraudados por las personas, sino que también culpamos a Dios, pero puedo asegurarte que El no tiene culpa de nada, por el contrario está presto a limpiar nuestras heridas y sanar nuestro dolor; discernir esta verdad es posible cuando conocemos el corazón de Dios y a El se le conoce por medio de su Palabra.

Conocer las Escrituras es muy importante, a través de su lectura encontramos la guía que necesitamos para vivir conforme a los principios de Dios y traer bendición a nuestras vidas, también nos ayuda a discernir para no tragarnos todo lo que nos quieran decir y no dejarnos manipular por personas sin escrúpulos. Ser cristianos no implica ser fanáticos de una religión, pero sí conocer lo que Dios tiene para cada uno de nosotros.

Pablo decía: "Examinadlo todo, retened lo bueno, absteneos de toda especie de mal" 1ª Tesal. 5: 21-22

Vivimos tiempos muy difíciles, donde la esperanza, la fe, la ilusión, el gozo, la paz, el optimismo,... no abundan demasiado, también el amor se ha ido enfriando poco a poco en nuestros corazones, estamos tan inmersos en nuestro mundo y nuestras circunstancias que no vemos las necesidades  de los que nos rodean;  es como si nos hubiéramos inmunizado ante el sufrimiento ajeno, pero a lo largo de estos años también he aprendido que pasar por tribulaciones nos hace más humanos, nos permite ponernos en los zapatos de los demás para entender como se sienten y nos capacita para poder llevar un poco de consuelo que tanta falta hace en este mundo tan materialista. Me conmueve mucho recordar las palabras de un buen amigo mío, Pedro Manuel, que así se llama,  sacerdote católico, que decía: "Un buen cristiano debe de tener amor y misericordia por su próximo, no ya su prójimo, que parece más lejano, porque si no ama a las personas que  tiene a su  lado, ¿cómo  vas a amar a los que no ve?
 
 
Imagino que te preguntarás, al igual que hice yo si es posible amar incluso a los enemigos, en realidad,   la mayor parte de los enemigos los tenemos bien cerca, en muchos casos entre las personas de más confianza, por eso duele tanto sentirnos traicionados, pero hay algo que deseo compartir contigo, especialmente si tu también has sufrido, y sientes que tu  corazón ha sido roto tantas veces que no es posible reconstruirlo, hoy te digo que aún hay esperanza para ti, Dios te  pone delante  dos caminos para que escojas:
-Uno de autocompasión y venganza
-Otro de perdón y crecimiento espiritual y personal

Si eliges la primera opción,  tu vida será una continua queja, la crítica y  la amargura te irán consumiendo,  progresivamente tu corazón se irá endureciendo e insensibilizando. Vivir cada día con un estado de ánimo  en el que predomina  la ira,  la amargura y la falta de perdón   puede llevarte a enfermar físicamente. La primera persona perjudicada siempre serás tu.
Si eliges seguir el segundo camino habrás dado un paso de gigante hacía la libertad emocional, serás la primera en disfrutar de los beneficios del perdón, tu dolor y sufrimiento no habrá sido en vano, sino que por el contrario te hará más compasiva con los demás, podrás entender y ayudar a otros que como tu,  han pasado por situaciones iguales o parecidas, y podrás llevar consuelo y paz.  Las tribulaciones y los problemas son lo que nosotros queremos que sean, Dios siempre nos da a escoger, y nos insta a que elijamos el mejor camino para nuestra restauración emocional, personal y espiritual.
No dudes en pedir ayuda, a veces no podemos solos con tanta carga, seguro que Dios pone en tu vida personas dispuestas a caminar contigo y guiarte a buen puerto,  pide también que te capacite para amar conforme al amor de Dios: 1ª de Corintios 13:4-13 que dice así:
"El amor es sufrido, es benigno;
el amor no tiene envidia,
el amor no es jactancioso, no se envanece;
no hace nada indebido,, no busca lo suyo,
no se irrita, no guarda rencor;
no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca deja de ser..."

Lo que aquí ha quedado reflejado ha sido tan solo una pequeña parte de la obra de Dios en mi vida, hay muchos más testimonios y vivencias que a través de este blog iremos compartiendo contigo. Si deseas contactar con nosotros para hacer alguna consulta o sugerencia, no dudes en hacerlo, este es nuestro correo electrónico. guipoesa@gmail.com

"...Y que el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo." Romanos 15: 13


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