CRISTIANOS CON PROPÓSITO
INTRODUCCIÓN:
Vivimos
en un mundo donde la maldad se ha extendido como un reguero de
pólvora por toda la tierra, gobiernos corruptos donde la ley ampara a
ladrones y asesinos, monopolios que controlan la economía ahogando
toda iniciativa y libertad individual, mafias que trafican con armas
y drogas destruyendo la vida de nuestros jóvenes y niños,
empresas multinacionales que juegan con nuestra salud y
alimentación... y todo con el único fin de lucrarse. Los medios de
comunicación nos bombardean continuamente con noticias de guerras,
revueltas, crecimiento del paro, asesinatos, robos, destrucción del
medio ambiente, maltrato de animales, y un largo etc, amén de las
catástrofes naturales que últimamente están ocurriendo en todo el
planeta.
Somos
testigos de como esta sociedad en la que vivimos se está
desmoronando. Las familias, que son los pilares de la misma, también
han sufrido cambios importantes que han dañado su esencia, de manera
progresiva, han perdido la función de proporcionar a sus miembros
la protección, cuidado, educación, valores morales y éticos, que
necesitan para desarrollarse sanamente.
Recuerdo
que hace años existía una mayor interacción social que abarcaba
no solo el ámbito familiar o de parentesco, sino también las
relaciones entre vecinos. Todos los componentes de una familia eran
importante, padres, hijos e incluso abuelos, convivían y se
ayudaban entre sí.
Con
el tiempo, y sin apenas darnos cuenta, el ser humano se ha ido
involucrando en un sistema de vida donde los más débiles no tienen
cabida, ahora los ancianos estorban, los hijos no deseados se
abortan y si la pareja ha dejado de gustar el divorcio es la
solución. Los intereses del individuo prevalecen
al bienestar de la familia en su conjunto.
Es
curioso que en este siglo, donde tenemos acceso a internet y a un sin
fin de redes sociales para conocer gente, permitiendo una
comunicación más rápida y directa; donde los medios de transporte
han evolucionado hasta el punto de acortar distancias de manera casi
increíble, el ser humano, sufra hoy más que nunca de soledad,
depresión, miedo al rechazo y terror a envejecer.
El
egoísmo ha infectado a la familia y esta no puede aportar miembros
sanos a una sociedad que ha enfermado de gravedad. Es como un círculo
vicioso del que resulta difícil salir.
Sinceramente,
no me gusta el sistema de este mundo, permanecer impasivos frente a
tanta injusticia y dolor y mirar hacia otro lado es otra manera de
contribuir a acrecentar la maldad.
El
ser humano no puede salir de esta situación en la que se encuentra
por sí solo, nadie es lo suficientemente bueno como para salvarse a
sí mismo. No creo en los super héroes, sin embargo, estoy
convencida que el hombre, guiado por Dios puede transformar
profundamente su manera de pensar, sentir y actuar, permitiendo
llevar un poco de luz a su entorno. Si queremos que las personas y
las cosas mejoren debemos comenzar por nosotros mismos, tomando como
referencia al único Hombre perfecto que es Cristo.
UN
CRISTIANO VERDADERO
Hay
palabras en nuestro diccionario que de tanto usarlas de manera
incorrecta se han desvirtuado hasta el punto de perder su
significado original, entre ellas la palabra "cristiano".
Fue durante el primer siglo, en Antioquía, donde los seguidores de
Cristo recibieron por primera vez este nombre, y aunque eran
perseguidos también eran admirados y respetados. Su osadía para
predicar el evangelio y denunciar las injusticias, a pesar del
peligro que corrían de ser encarcelados y condenados a muerte, hizo
que muchos creyeran a Dios y se convirtieran. ¿Qué les hacía
diferentes para que a pesar de la oposición tuvieran tantos
seguidores? Su integridad, su fidelidad a Dios y a los hermanos en la
fe, el gozo, y el amor que se tenían los unos para con los otros.
La
iglesia cristiana en occidente se ha extendido mucho en los últimos
siglos, pero su mensaje de salvación al mundo ha perdiendo eficacia
y credibilidad. Decir que eres cristiano hoy día es de valientes,
pues corres el riesgo de ser ridiculizado. Afortunadamente siempre
ha habido un remanente fiel que ha guardado el evangelio del Reino
sin adulterarlo. No todos los que se llaman cristianos lo son en
realidad, podemos diferenciar dos grupos muy distintos:
*Los
cristianos por adopción
*Y
los cristianos por convicción
Aparentemente
pueden parecerse, pero como dice el Evangelio de Mateo, por sus
frutos los conoceréis.
Así
que, por sus frutos los conoceréis.
No todo el que me dice:
Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace
la voluntad de mi Padre que está en los cielos."
Mateo 7: 20-21
Los
"cristianos por adopción" son todos aquellos que
han nacido en el seno de cualquier iglesia cristiana, siguen la
religión como una tradición que se hereda de padres a hijos.
Pueden ser más o menos religiosos, pero son como árboles sin fruto.
Los
"cristianos por convicción" son los que
sencillamente siguen a Cristo, es decir quienes han aceptado a Cristo
como su Señor y Salvador personal, han creído su Palabra y deciden
formar parte del REINO de Dios, siendo el primer requisito para
formar parte del mismo el nuevo nacimiento.
Leed
evangelio de Juan 3: 1-7
EL
REINO DE DIOS Y SUS PRINCIPIOS
"...Respondió
Jesús: Mi REINO
no es de este mundo; si mi REINO
fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera
entregado a los judíos; pero mi REINO
no es de aquí. Juan
18:36
Para
comprender mejor lo que significa pertenecer al REINO de Dios lo
ilustraré con el siguiente ejemplo:
Cada
nación o estado tiene su constitución, base fundamental de todas
las leyes y normas por las que se gobierna el país. Estas leyes, se
constituyen principalmente para proteger los derechos y deberes de
sus ciudadanos.
La
ley establece que toda persona tiene derecho a una nacionalidad, lo
que permite tener derechos tales como la vivienda, el trabajo, la
educación, ...etc. Carecer de nacionalidad interfiere de manera
negativa en muchos aspectos de la vida, legalmente es como si no
existieras, no tener patria impide firmar un contrato de trabajo,
tener acceso a asistencia médica en un hospital, comprar una
vivienda, ir a la escuela..., es importante tener una nacionalidad y
estar amparado por las leyes que gobiernan dicho país.
Pero
el hombre ha fracasado en su intento de gobernarse a sí mismo, se
ha convertido en depredador que destruye todo lo que toca, no como
medio de supervivencia, como hacen los animales, sino por puro
placer. El mundo vive en tinieblas, y ante tanta necesidad de
justicia y amor, el verdadero cristiano no puede mirar para otro lado
con indiferencia esperando que sean los demás los que cambien. No
existe otra alternativa, o estas en el reino de las tinieblas o te
entregas a Cristo y entras a formar parte del Reino de la Luz.
"Porque
Dios, que mandó que de las TINIEBLAS
resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones,
para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de
Jesucristo." 2ª de Corintios 4: 6
"Porque
en otro tiempo erais TINIEBLAS, mas ahora sois luz en el
Señor; andad como hijos de luz." Efesios
5:8
El
reino de Dios también tiene sus propias leyes y estatutos, pero a
diferencia de los demás, este Reino no es de este mundo, es un reino
espiritual que ha venido a establecerse en los corazones de los
hombres. Es por ello que un verdadero cristiano es el que piensa,
siente y actúa conforme a los principios del Reino de Dios, que son
LA FE, LA JUSTICIA Y LA MISERICORDIA Y LA PAZ.
"Porque
en el evangelio la JUSTICIA
de Dios se revela por FE y
para fe, como está escrito: Mas el justo por la FE
vivirá."
Romanos 1: 17
"Acerquémonos,
pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar MISERICORDIA
y hallar gracia para el oportuno socorro." Hebreos 4:
16
"Porque
el reino de Dios no es comida ni bebida, sino JUSTICIA, PAZ
y gozo en el Espíritu Santo." Romanos 14: 17
El
deseo de Dios es que todo hombre sea salvo y no se pierda. En el
Antiguo Testamento vemos como escoge a un hombre, Abraham para que a
través de su linaje naciera Jesús, el Mesías, pero mientras
esperaban el cumplimiento de la promesa no dejó solo a su pueblo,
les dio la Ley y los sacrificios, para que por medio de ellos fueran
santificados y el mundo reconociera la existencia del Dios verdadero.
Con
la venida de Jesús, y su sacrificio en la cruz para salvación del
hombre, la Ley del Reino de Dios ya no se presenta escrita en tablas
de piedra sino en el corazón del hombre, esto significa que el
verdadero cristiano cumplirá la Ley no porque se sienta obligado
sino porque agradar a Dios será su deleite. Su corazón buscará
la justicia, tendrá paz para con todos y obrará con misericordia.
CUAL
ES EL PROPÓSITO DEL CRISTIANO
"Mas
vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os
llamó de las tinieblas
a su luz admirable."
1ª
de Pedro 2: 9
Si
tenemos un Dios tan grande capaz de cambiar el corazón de los
hombres, no debemos callar esta verdad, si nuestro Dios es
misericordioso y justo que se apiada del que sufre, no permanezcamos
indiferentes ante el dolor y la injusticia, si nuestro Dios es luz,
alumbremos a cuantos andan en tinieblas para que no tropiecen. Como
cristianos, hemos sido escogidos, para anunciar las buenas noticias de salvación al mundo, es una gran responsabilidad, y comienza en
nosotros, dando testimonio con nuestra vida de aquel que nos llamó
de las tinieblas a su luz admirable.