sábado, 22 de febrero de 2014

CRISTIANOS CON PROPÓSITO





CRISTIANOS  CON  PROPÓSITO


INTRODUCCIÓN:

Vivimos en un mundo donde la maldad se ha extendido como un reguero de pólvora por toda la tierra, gobiernos corruptos donde la ley ampara a ladrones y asesinos, monopolios que controlan la economía ahogando toda iniciativa y libertad individual, mafias que trafican con armas y drogas destruyendo la vida de nuestros jóvenes y niños, empresas multinacionales que juegan con nuestra salud y alimentación... y todo con el único fin de lucrarse. Los medios de comunicación nos bombardean continuamente con noticias de guerras, revueltas, crecimiento del paro, asesinatos, robos, destrucción del medio ambiente, maltrato de animales, y un largo etc, amén de las catástrofes naturales que últimamente están ocurriendo en todo el planeta.


Somos testigos de como esta sociedad en la que vivimos se está desmoronando. Las familias, que son los pilares de la misma, también han sufrido cambios importantes que han dañado su esencia, de manera progresiva, han perdido la función de proporcionar a sus miembros la protección, cuidado, educación, valores morales y éticos, que necesitan para desarrollarse sanamente.

Recuerdo que hace años existía una mayor interacción social que abarcaba no solo el ámbito familiar o de parentesco, sino también las relaciones entre vecinos. Todos los componentes de una familia eran importante, padres, hijos e incluso abuelos, convivían y se ayudaban entre sí.


Con el tiempo, y sin apenas darnos cuenta, el ser humano se ha ido involucrando en un sistema de vida donde los más débiles no tienen cabida, ahora los ancianos estorban, los hijos no deseados se abortan y si la pareja ha dejado de gustar el divorcio es la solución. Los intereses del individuo prevalecen al bienestar de la familia en su conjunto.

Es curioso que en este siglo, donde tenemos acceso a internet y a un sin fin de redes sociales para conocer gente, permitiendo una comunicación más rápida y directa; donde los medios de transporte han evolucionado hasta el punto de acortar distancias de manera casi increíble, el ser humano, sufra hoy más que nunca de soledad, depresión, miedo al rechazo y terror a envejecer.

El egoísmo ha infectado a la familia y esta no puede aportar miembros sanos a una sociedad que ha enfermado de gravedad. Es como un círculo vicioso del que resulta difícil salir.

Sinceramente, no me gusta el sistema de este mundo, permanecer impasivos frente a tanta injusticia y dolor y mirar hacia otro lado es otra manera de contribuir a acrecentar la maldad.

El ser humano no puede salir de esta situación en la que se encuentra por sí solo, nadie es lo suficientemente bueno como para salvarse a sí mismo. No creo en los super héroes, sin embargo, estoy convencida que el hombre, guiado por Dios puede transformar profundamente su manera de pensar, sentir y actuar, permitiendo llevar un poco de luz a su entorno. Si queremos que las personas y las cosas mejoren debemos comenzar por nosotros mismos, tomando como referencia al único Hombre perfecto que es Cristo.

UN CRISTIANO VERDADERO

Hay palabras en nuestro diccionario que de tanto usarlas de manera incorrecta se han desvirtuado hasta el punto de perder su significado original, entre ellas la palabra "cristiano". Fue durante el primer siglo, en Antioquía, donde los seguidores de Cristo recibieron por primera vez este nombre, y aunque eran perseguidos también eran admirados y respetados. Su osadía para predicar el evangelio y denunciar las injusticias, a pesar del peligro que corrían de ser encarcelados y condenados a muerte, hizo que muchos creyeran a Dios y se convirtieran. ¿Qué les hacía diferentes para que a pesar de la oposición tuvieran tantos seguidores? Su integridad, su fidelidad a Dios y a los hermanos en la fe, el gozo, y el amor que se tenían los unos para con los otros.

La iglesia cristiana en occidente se ha extendido mucho en los últimos siglos, pero su mensaje de salvación al mundo ha perdiendo eficacia y credibilidad. Decir que eres cristiano hoy día es de valientes, pues corres el riesgo de ser ridiculizado. Afortunadamente siempre ha habido un remanente fiel que ha guardado el evangelio del Reino sin adulterarlo. No todos los que se llaman cristianos lo son en realidad, podemos diferenciar dos grupos muy distintos:

*Los cristianos por adopción
*Y los cristianos por convicción

Aparentemente pueden parecerse, pero como dice el Evangelio de Mateo, por sus frutos los conoceréis.

Así que, por sus frutos los conoceréis. No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos." Mateo 7: 20-21

Los "cristianos por adopción" son todos aquellos que han nacido en el seno de cualquier iglesia cristiana, siguen la religión como una tradición que se hereda de padres a hijos. Pueden ser más o menos religiosos, pero son como árboles sin fruto.

Los "cristianos por convicción" son los que sencillamente siguen a Cristo, es decir quienes han aceptado a Cristo como su Señor y Salvador personal, han creído su Palabra y deciden formar parte del REINO de Dios, siendo el primer requisito para formar parte del mismo el nuevo nacimiento.

Leed evangelio de Juan 3: 1-7


EL REINO DE DIOS Y SUS PRINCIPIOS

"...Respondió Jesús: Mi REINO no es de este mundo; si mi REINO fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi REINO no es de aquí. Juan 18:36


Para comprender mejor lo que significa pertenecer al REINO de Dios lo ilustraré con el siguiente ejemplo:

Cada nación o estado tiene su constitución, base fundamental de todas las leyes y normas por las que se gobierna el país. Estas leyes, se constituyen principalmente para proteger los derechos y deberes de sus ciudadanos.

La ley establece que toda persona tiene derecho a una nacionalidad, lo que permite tener derechos tales como la vivienda, el trabajo, la educación, ...etc. Carecer de nacionalidad interfiere de manera negativa en muchos aspectos de la vida, legalmente es como si no existieras, no tener patria impide firmar un contrato de trabajo, tener acceso a asistencia médica en un hospital, comprar una vivienda, ir a la escuela..., es importante tener una nacionalidad y estar amparado por las leyes que gobiernan dicho país.

Pero el hombre ha fracasado en su intento de gobernarse a sí mismo, se ha convertido en depredador que destruye todo lo que toca, no como medio de supervivencia, como hacen los animales, sino por puro placer. El mundo vive en tinieblas, y ante tanta necesidad de justicia y amor, el verdadero cristiano no puede mirar para otro lado con indiferencia esperando que sean los demás los que cambien. No existe otra alternativa, o estas en el reino de las tinieblas o te entregas a Cristo y entras a formar parte del Reino de la Luz.

"Porque Dios, que mandó que de las TINIEBLAS resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo." 2ª de Corintios 4: 6

"Porque en otro tiempo erais TINIEBLAS, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz." Efesios 5:8


El reino de Dios también tiene sus propias leyes y estatutos, pero a diferencia de los demás, este Reino no es de este mundo, es un reino espiritual que ha venido a establecerse en los corazones de los hombres. Es por ello que un verdadero cristiano es el que piensa, siente y actúa conforme a los principios del Reino de Dios, que son LA FE, LA JUSTICIA Y LA MISERICORDIA Y LA PAZ.

"Porque en el evangelio la JUSTICIA de Dios se revela por FE y para fe, como está escrito: Mas el justo por la FE vivirá." Romanos 1: 17

"Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar MISERICORDIA y hallar gracia para el oportuno socorro." Hebreos 4: 16

"Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino JUSTICIA, PAZ y gozo en el Espíritu Santo." Romanos 14: 17 

El deseo de Dios es que todo hombre sea salvo y no se pierda. En el Antiguo Testamento vemos como escoge a un hombre, Abraham para que a través de su linaje naciera Jesús, el Mesías, pero mientras esperaban el cumplimiento de la promesa no dejó solo a su pueblo, les dio la Ley y los sacrificios, para que por medio de ellos fueran santificados y el mundo reconociera la existencia del Dios verdadero.

Con la venida de Jesús, y su sacrificio en la cruz para salvación del hombre, la Ley del Reino de Dios ya no se presenta escrita en tablas de piedra sino en el corazón del hombre, esto significa que el verdadero cristiano cumplirá la Ley no porque se sienta obligado sino porque agradar a Dios será su deleite. Su corazón buscará la justicia, tendrá paz para con todos y obrará con misericordia.


CUAL ES EL PROPÓSITO DEL CRISTIANO

"Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable."
1ª de Pedro 2: 9

Si tenemos un Dios tan grande capaz de cambiar el corazón de los hombres, no debemos callar esta verdad, si nuestro Dios es misericordioso y justo que se apiada del que sufre, no permanezcamos indiferentes ante el dolor y la injusticia, si nuestro Dios es luz, alumbremos a cuantos andan en tinieblas para que no tropiecen. Como cristianos, hemos sido escogidos, para anunciar las buenas noticias de salvación al mundo, es una gran responsabilidad, y comienza en nosotros, dando testimonio con nuestra vida de aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable.


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