LOS
CICLOS DE LA VIDA
INTRODUCCIÓN
Entre
las estribaciones de la Sierra de Gredos, es decir, los cordones
montañosos secundarios que se desprenden de esta y la ciudad de
Plasencia, en Extremadura (España), se encuentra la comarca de "El
Valle del Jerte", por la cual pasa el río Jerte, afluente del
Tajo. Este valle se encuentra enclavado entre los montes de Tras la
Sierra y la Sierra de Tormantos. Recoge las aguas de los arroyos y
fuentes convirtiéndolo en un paraíso botánico, digno de ser
visitado y de disfrutar de los múltiples paisajes que ofrece. Este
lugar ha sido históricamente el paso natural de Extremadura a
Castilla.
Vista panorámica del Valle del Jerte en primavera |
Lo
más significativo de esta zona es el cultivo del cerezo. Con más de
millón y medio de éstos árboles, en otoño, el valle se viste de colores
que van del amarillo al marrón, dejando caer sus hojas hasta quedar
completamente desnudos, preparándose así, para el crudo invierno.
Es en primavera, al desaparecer las nieves de las colinas, cuando
aparece un manto blanco y aromático que cubre El Valle del Jerte,
es el cerezo en flor, un regalo de la naturaleza que dura tan solo
unos pocos días y que merece la pena contemplar.
El
cerezo es un árbol muy bello no solo en otoño con su gama de
colores ocres, sino también en primavera cuando florece, y en verano
lleno de apetitosas cerezas.
Tiene
una gran capacidad de adaptación, se trata de una especie muy
delicada en cuanto a climatología, pero que tolera bastante bien el
frío. A diferencia de otros frutos, si se recolecta con antelación
no madura fuera del árbol.
Es
de gran importancia para su mantenimiento y producción una buena poda, cuya finalidad
es la de conseguir una adecuada estructura y regular así su
vegetación con el fin de iluminar el interior de la copa.
El
momento oportuno para la poda es tan pronto se haya despojado de las
hojas, o momentos antes de entrar en vegetación, ya que entonces
cicatrizarán mejor las heridas.
Las
cerezas son recogidas lo más maduras posible, porque el azúcar ya
no aumenta después de la recolección.
También
es importante saber que muchas variedades de cerezos para ser
polinizados (fecundados) y puedan dar mucho fruto, necesitan de otro
cerezo compatible, para que pueda haber una polinización cruzada, ya
que su propio polen no les sirve.
Como
todos los árboles frutales, el cerezo cada año completa su ciclo de
vida. De tener que pasar un otoño despojado de sus hojas y sufrir
una dolorosa poda, a tener que atravesar un crudo y largo invierno,
luego, con los primeros rayos de calor, tímidamente, volver a llevar
vida a sus ramas y que estas se llenen de flores y hojas
nuevamente, para que cuando llegue el verano su exquisito fruto
esté maduro y listo para ser un delicioso y rico alimento.
CICLOS
DE LA VIDA ESPIRITUAL
Esta
introducción ha sido para ilustrar y entender mejor lo que para el
cristiano significan los diferentes ciclos de la vida espiritual por
las que debemos atravesar.
Cerezo en flor |
Al
igual que los árboles frutales, los cristianos vamos creciendo y
madurando, y hemos de entender que no siempre en nuestra vida
espiritual es primavera, es decir, no siempre las cosas son
perfectas conforme a nuestro entendimiento humano. En esta etapa, nos
sentimos llenos de gozo y alegría, sentimos la bendición de Dios
sobre nuestras vidas de una manera especial, sentimos su protección
y cuidado, los dones se desarrollan, la relación entre hermanos es
fructífera y nuestra fe se eleva. Es el tiempo en el que la vida
espiritual fluye como ríos de agua viva.
El
que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán
ríos de agua viva.
Juan
7: 38
Cerezas |
Después
llega el verano, tiempo de siega, también es un momento lleno de
estímulo, porque vemos el fruto de nuestro esfuerzo. Dios nos es
favorable. Es hora de trabajar en la cosecha y de disfrutar de ella,
pero sin olvidar que también hay que guardar para que no falte el
resto del año el alimento espiritual.
Y
el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para
que el que siembra goce juntamente con el que siega.
Juan 4: 36
Cerezo podado |
Tras
el verano llega el otoño, una etapa por la que nadie quiere
atravesar, pero que es muy importante, yo diría que incluso la más
necesaria, ya que es aquí, cuando ya no brillamos, el momento
idóneo para tener más intimidad con Dios. En otoño vamos perdiendo
popularidad, vigor, y belleza aparente, despojados de todo, nuestro
Dios coge las tijeras de podar y corta aquellas ramas que se han
subido demasiado y puedan impedir que para la próxima temperada el
fruto no sea accesible, también cortará todas aquellas ramas que
impidan que la luz pueda llegar al interior, la poda en nuestra vida
proporcionará equilibrio y una mejor y más abundante cosecha.
Cuando estamos atravesando el otoño tenemos la sensación de que
Dios se ha olvidado de nosotros, o que somos objeto de su castigo, da
la impresión como si hubiéramos perdido la sensibilidad espiritual
de antaño, y nos sentimos tristes, secos, sin vida... pero la
realidad es muy diferente, la savia sigue estando ahí, en estado
latente, solo que Dios está cuidando y transformando nuestra vida y
lo hace en la intimidad, quitará lo que no sirve, y nos dará nuevo
vigor. Ahora toca sufrir por un tiempo y confiar en nuestro Padre
Celestial.
Porque
antes de la
siega,
cuando el fruto sea perfecto, y pasada la flor se maduren los frutos,
entonces podará con podaderas las ramitas, y cortará y quitará las
ramas.
Isaías
18: 5
Cuando
acaba el otoño, y la poda se ha realizado satisfactoriamente, queda
por delante un frío invierno de largas y heladas noches y apenas
pocas horas de luz durante el día. Ahora si que parece que vamos a
morir, pero no es así, la savia está a buen recaudo, esperando el
tiempo propicio para brotar de nuevo y llevar vida. Así deben ser
los inviernos en la vida del creyente, el Espíritu de Dios en
nosotros no está muerto, el alimento espiritual almacenado nos
servirá para que la fe no se extinga. Es el ciclo más crucial en
la vida del creyente, en el que debemos aprovechar para pasar más
tiempo con nuestro Dios, aprender a conocerle y a escucharle, es el
tiempo de abonar nuestra vida espiritual con oración, e intercesión,
no desmayando, sino perseverando a medida que se acerca el buen
tiempo, para que con los primeros rayos de calor, la vida contenida
en nuestro interior pueda resurgir con mayor fuerza, florezcan los
dones y llevemos fruto en abundancia.
Vista invernal en el Valle del Jerte |
No
se en que ciclo de la vida espiritual te encuentras, sea cual sea, no
olvides que Dios está contigo, no te dejará ni te abandonará,
siempre estará a tu lado aunque no puedas verle o sentirle, solo
guarda tu fe, más preciosa que el oro, y confía que nuestro Padre
es poderoso para darnos victoria en todas las pruebas por las que
tengamos que pasar.
Para
la Iglesia de Cristo también está llegando el buen tiempo, el
invierno está casi acabado, y todo ese paisaje desolador de ramas y
troncos secos comenzará a reverdecer. Es el tiempo de Dios para su
pueblo, pronto ese valle seco se cubrirá de flores. Es el tiempo en
el que la bendición y la gracia de Dios va a cubrir la tierra y
traer sanidad espiritual para todos los que tengan hambre y sed de
justicia, para los pobres de espíritu, para los que sufren, los que
se sienten encadenados, ... se acerca el tiempo para la Iglesia de
Cristo de anunciar a todos las Buenas Noticias de que la misericordia
de Dios nos es propicia.
¡¡Una
primavera que anuncia un año lleno de cosecha para el Reino de
Dios!!
Paisaje primaveral en el Valle del Jerte |
Y
se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro,
halló el lugar donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está
sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los
pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A
pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en
libertad a los oprimidos;
A predicar el año agradable del Señor. Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros. Lucas 4: 17-21
A predicar el año agradable del Señor. Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros. Lucas 4: 17-21
Es
nuestro deseo que la Gracia y Misericordia de nuestro Dios alcance tu
vida, y seas transformando por el poder del Espíritu Santo en una
nueva criatura y que la Paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento
esté siempre sobre ti y tu familia.
Es bueno saber que los otoños e inviernos en nuestra vida no son síntomas de fracaso o de inutilidad, sino tiempos de renovación interior, de una mayor intimidad con nuestro Dios para volver a resurgir con nueva savia.
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