UN
EJÉRCITO
BIEN
ENTRENADO
INTRODUCIÓN:
Mientras leía sobre la vida de Julio
César y más concretamente sobre la batalla de Farsalia, donde se
enfrentaron este y Pompeyo, el Señor me mostraba algunos
principios espirituales importantes que como Iglesia y como cristianos necesitamos aplicar para tener victoria en la batalla contra Satanás.
Resumiré a grandes
rasgos los acontecimientos históricos que ocurrieron antes y durante
la batalla para poder entender mejor el mensaje.
Era el año 49 a. D.
C., César y Pompeyo formaban parte del primer triunvirato que
gobernaba todo el Imperio Romano. Cada uno de los tres que
constituían dicho triunvirato controlaba una parte del imperio, a César
le tocó la Galia (Francia).
Mientras César se
encontraba en la Galia, adelantaron las elecciones en Roma. Nadie
que no estuviera en la capital del imperio podía salir elegido, por
lo que a César se le destituye de su cargo y se le comunica que
tiene dos alternativas:
- Dispersar su ejército, ó
- Ser declarado enemigo público.
César optó por la
segunda alternativa, pues de lo contrario era como poner su vida en
manos de sus enemigos.
De inmediato reúne a
lo más selecto de su ejército y lo pone al corriente de todo, se
dirige entonces a Roma a pelear contra su enemigo Pompeyo, quien había influenciado para que César fuera destituido del poder.
Al conocer Pompeyo la
noticia de que su rival se acercaba a Roma tuvo temor, aún a pesar de que él tenía un ejército mucho más
numeroso no se atreve a un enfrentamiento abierto, sino que huye y se
refugia en Farsalia (Grecia), llevándose un numeroso séquito.
La estrategia que
Pompeyo utiliza contra César fue la de cortar el suministro de trigo
que llegaba a Roma desde diferentes puntos del Imperio, concretamente
desde España y Egipto, con el único fin de que murieran de hambre y
agotamiento, sin embargo César se percibe de esto e impide que ocurra.
Dándose cuenta César
de que su enemigo nunca le iba a presentar batalla cara a cara decide
embarcar hacia Farsalia, lo hace libre de equipaje y de esclavos,
solamente con su ejército. Pasa de una actitud defensiva a otra
ofensiva.
Por fin Pompeyo y César
están frente a frente, separados tan solo por un río:
El 1º rodeado de
numerosos estrategas que lo abruman con sus planes.
El 2º dando órdenes
indiscutibles a sus generales que se sujetan a su autoridad. Hombres
conocedores de fatigas, fracasos, hambre, sed, preparados para
sobrevivir ante cualquier dificultad. En definitiva guerreros
curtidos en la adversidad.
El resultado de la
batalla fue una victoria fulminante para César y su ejército.
LA
IGLESIA: ENEMIGA DE SATANÁS
CRISTO y su IGLESIA también tienen un enemigo: Satanás y sus
huestes celestiales, cuyo propósito es destruir la Iglesia.
“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y
entre tu simiente y la simiente suya...” Génesis
3: 15
“Sed sobrios y velad; porque vuestro adversario
el diablo, como león rugiente anda alrededor buscando a quien
devorar.” 1ª de Pedro 5: 8
A lo largo de toda la
Biblia vemos que Dios hace pactos con el hombre:
- Génesis 9: 8-9 "Y habló Dios a Noé y a sus hijos con él, diciendo: He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestros descendientes después de vosotros,"
- Génesis 15: 18 "En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates;"
- Isaías 54: 2-3 "Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas."
- Hebreos 12: 24-25 "A Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel. Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos."
- Hebreos 13: 20-21 "Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén."
Satanás, también quiere hacer pacto con el hombre, pero sus pactos son engañosos, llenos de sutileza y llevan a destrucción. Lo intentó incluso con Jesús cuando estaba en el desierto, lo leemos en Mateo 4: 9
“Todo esto te daré si postrado me adorares”
Era una manera sutil de darle a Jesús
el poder y la autoridad sobre todos los reinos sin pasar por la
crucifixión y la muerte, a cambio le tendría que adorar y servir.
Con este pacto lo que verdaderamente pretendía Satanás era destruir
a Jesús y todo el plan de salvación del hombre.
A la iglesia también
la seduce con pactos engañosos para debilitarla y destruirla. La
Palabra de Dios nos advierte sobre ello y dice así:
“No harás alianza con ellos (tus enemigos) ni
con sus dioses.
En tu tierra
no habitarán, no sea que te hagan pecar contra mí sirviendo a sus
dioses, porque te será tropiezo.” Éxodo
23: 32-33
Está claro que LA
IGLESIA QUE SIRVE A DIOS, NUNCA HARÁ PACTO CON SATANÁS, sino que se
declarará enemiga de él, esto implica una guerra continua sin
tregua ni cuartel.
DIOS
SELECCIONA A SU EJÉRCITO.
Julio César seleccionó
a lo mejor de su ejército lo puso al corriente de la situación y lo
preparó para ser columna del resto del ejército.
En el pasaje de 1ª de
Crónicas 12:1-38 y 19: 8, también vemos a David con un ejército
compuesto de guerreros valientes fieles, de corazón perfecto y
dispuestos para la batalla.
Dios, hoy día está
llamando a hombre y mujeres para preparar un ejército de guerreros
que luchen en oración contra Satanás, y que su reino sea establecido en la
tierra.
Estos hombres y mujeres
han de reunir unas características y cualidades muy especiales, no
todos son aptos para pelear en el ejército de Dios, Él escoge uno a
uno.
Pero... ¿Cuáles son
esas cualidades que distinguen a un buen guerrero espiritual?
Siete son las
principales cualidades que distinguen a un guerrero espiritual de un
cristiano normal:
- OBEDIENCIA.
“A
Jehová nuestro Dios serviremos y a su voz obedeceremos”.
Josué 24: 24
- FIDELIDAD.
Hombres y
mujeres fieles a la verdad, no murmuradores (la fidelidad es lo
contrario de la traición).
- DISCIPLINA.
Que saben
recibir corrección. (Prov. 9: 8)
- SUFRIDOS.
Personas
valientes que saben soportar penalidades y sufrimientos por causa del
Evangelio. (2ª Timoteo 2: 1- 10)
- FIRMES EN LA FE.
Que no
abandonan cuando las cosas van mal, sino que siguen adelante, porque
saben en quien han creído. (1ª Cor. 15: 58)
- PERSEVERANTES EN ORACIÓN.
Hombres y
mujeres que buscan su alimento y su fuerza en la Palabra y en la
comunión íntima con Dios.
- ESFORZADOS.
Que
trabajan en la obra de Dios sin escatimar esfuerzo.
Un ejército compuesto de personas
con estas características es temido por Satanás por pequeño que
este sea, sobre todo cuando se levantan a guerrear con determinación.
Si la Iglesia de Cristo no dispone de
personas así, la victoria es muy discutible, pues no nos enfrentamos
a un enemigo débil, sino al mismo Diablo, quien no va a perder
ocasión de destruirnos.
CONOCE
A TU ADVERSARIO
Todo buen soldado ha de conocer a su
adversario, es bueno conocer a nuestro enemigo y saber cuales son las
estrategias que puede utilizar contra nosotros.
A un buen soldado de
Jesucristo Satanás nunca le atacará cara a cara, él no
presentará batalla abierta, sabe que está vencido, conoce bien al
General que va delante de ese guerrero, es por eso que lo
primero que intentará será cortar el alimento espiritual, es decir,
tu relación con Dios.
Para ello utilizará todo el arsenal
disponible:
- Te bombardeará con dudas
- Problemas
- Temores
- Ataques sutiles en cuanto a la fidelidad de Dios y de su Palabra
- Sentimiento de culpa
- Celos
- Envidia, etc.
Todo con el propósito de agobiarnos,
desilusionarnos, hacer que perdamos de vista el propósito de Dios y
hacernos desistir de continuar adelante.
Satanás sabe que nuestra fortaleza
viene de Dios, por eso tratará de cortar esa comunión.
“... Jehová es la fortaleza de
mi vida ¿de quien he de atemorizarme?.” S. 27: 1
Él está como león rugiente
alrededor nuestro para devorarnos, si nos dejamos vencer estaremos
perdidos.
COMO
GANAR A TU ENEMIGO.
Contra todo esto Dios dice en su
Palabra:
“Someteos, pues a Dios, resistid
al diablo y huirá de vosotros.” Santiago 4: 7
Si nos sujetamos a la autoridad de
Dios y oponemos resistencia al enemigo, este huirá.
No podemos dejarnos llevar por el
miedo, todo ejército sabe que no solo se ha de defender sino que
también a de pasar a la ofensiva, y tendrá que presentar batalla a
Satanás cara a cara, pero hemos de tener en cuenta que si Dios va
delante de sus escuadrones la batalla ciertamente es del Señor, no
hay nada que temer, nuestros enemigos serán entregados en nuestras
manos. (Leer 1º de Samuel 17: 45 – 47)
CONCLUSIÓN:
La Iglesia es enemiga de Satanás,
nunca debe hacer pacto con él.
Dios está preparando un ejército de
hombres y mujeres con la determinación de pelear contra Satanás. Estas son las cualidades de un guerrero de Dios:
- Obedientes
- Fieles
- Disciplinados
- Sufridos
- Firmes en la Fe
- Perseverantes en oración
- Esforzados
Satanás nunca atacará abiertamente
a un ejército semejante, intentará por el contrario cortar tu
relación con Dios, la fuente de tu alimento espiritual.
Dios nos ordena que para salir
victorioso hemos de permanecer sujetos a Él y a su Palabra y oponer
resistencia al Diablo. Las batallas al enemigo se ganan en oración y
obediencia a Dios.
ORACIÓN:
Que Dios Todopoderoso, nos ayude y nos capacite para ser parte de su
ejército y al final, al acabar la buena batalla, seamos hallados
fieles.
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